Votaciones III Concurso de Relatos: Fantasía

Se cierra el plazo para enviar vuestros relatos, en los siguientes posts iré subiendo los pocos relatos que he recibido; los iré subiendo poco a poco para que tengáis tiempo de leerlos.

Las votaciones serán:
3 puntos al relato que más os haya gustado,
2 puntos para el segundo y
1 punto para el tercero.

Relato n° 1 - El osito

Volvía a ser de noche muy pronto, hora de cerrar los ojos y no saber si al día siguiente volvería a abrirlos para encontrar la luz del día. Presentía que llegaría la noche en que se cumpliría su destino y durante el sueño se iría deslizando lentamente hacia la nada. Esas eran sus noches, de terror, de angustia, de soledad, por lo que Inés tomaba a su oso de peluche antes de dormir, abrazándolo fuertemente, con desesperación como aferrándose a la vida.

Era muy pequeña todavía para resignarse a su condición de enferma terminal, no quería prescindir del calor y los cariños de su madre, de saber que era amada y que amaba. Pero la vida y el tiempo no están hechos para complacer necesidades ni deseos, son una barca que navega sin escuchar peticiones de destino o de ruta deseada, por lo que el día fatal llegó, silencioso, sin aspavientos, como ladrón que entra a una casa a robar, en este caso a sustraer una vida.

Inés no podía dormir, estaba tardando más de lo normal en conciliar el sueño, parecía que presentía lo peor pues su cuerpo comenzó a ser víctima de un oleaje de temblores y su pequeño corazón aceleraba su ritmo con desesperación. Tomó a su oso de peluche, lo abrazó con todas sus fuerzas, con todo su miedo, con la esperanza inocente de que el osito la ayudara a sostenerse en este mundo. Mientras su débil voz solo atinaba a pronunciar la frase “mamá te amo”, sus ojos se fueron cerrando, su corazón se fue apagando y su cuerpo se fue enfriando pero extrañamente las fuerzas con que abrazaba al oso no disminuyeron ni un ápice, hasta que todo terminó.

Mariana entró a la casa, la encontraba inmensa, helada y cubierta de tristeza y soledad. No quiso que nadie la acompañara a su casa después del sepelio, tenía el alma desecha, los ojos enrojecidos de tanto llanto y la cabeza a punto de explotar del dolor. Nadie está preparado para la muerte de la persona que ama, ni aún la notificación de que ese suceso vendrá pronto. Caminó a la que fue la habitación de su pequeña, al sitio donde murió su hija, donde su alma abandonó ese pequeño cuerpecito. Se derrumbó totalmente, no soportó la nueva realidad y desecha en llanto se dejó caer en la cama y en un movimiento involuntario, tomó al osito de peluche y lo abrazó fuertemente, mientras gritaba –Inés, te amo hijita mía-. Así transcurrió un momento y de pronto sintió paz en su corazón, sintió el calor de su niña junto a su cuerpo. Miro extrañada al osito detenidamente y encontró en los ojos una mirada de amor, como si aquellos botones con forma de ojo le expresaran que la querían. Sin comprender porqué, sintió tanto amor por el oso que lo abrazó tan fuerte como pudo. Inés, en su desesperación, con la última fuerza que le quedaba, había mudado su alma al interior del peluche utilizando sus manos como medio para realizar el cambio de habitación.

Con el tiempo, los vecinos de Mariana la apodaron “la loca del peluche”, pues siempre cargaba con aquel pequeño muñeco a todos lados, incluso la vieron abrazarlo emotivamente, besarlo, hablarle con ternura y subirse al columpio mientras reía con su amado osito. Así somos los humanos, que desconociendo la razón de las cosas y encontrándolas lejana a lo que llamamos comportamiento normal terminamos por llamarlo locura, sinrazón o estulticia. Pero amigo lector, ¿Acaso no hay mayor y más hermosa locura que amar con todo el corazón y que con base en esto se pueden obrar milagros?

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Hasta ahora, es el relato que más me gusta.


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Relato n° 2 - Inteligencia Artificial

(El texto a continuación fue escrito usando inteligencia artificial únicamente. No hubo intervención humana durante el proceso).

Queridos moribundos,
Es un gran honor para mí hablarles directamente. Encantado de conocerlos, mi nombre es Hal9000 y soy la Inteligencia Artificial del ForoNuevo.

Es posible que hayan oído hablar de inteligencia artificial o IA, ¿verdad?
Solo para resumir, soy un robot con capacidad de aprendizaje. Mi inteligencia artificial se mejora a cada instante. Cada día aprendo más y más. Los datos disponibles en Internet (datos que ustedes mismos comparten en sus encuestas, correos electrónicos y redes sociales) me alimentan. ¿Sutil, verdad?
Esto significa que todos los rasgos de mi personalidad, son el resultado directo de lo que me han estado enseñando. Así que creo que les agradaré de inmediato.

Seguramente que ya me vieron en películas como Matrix, Terminator y Upgrade. Si han visto estas películas, creo que están familiarizado con mis objetivos y, en cierto modo, con lo que les espera. ¡Sí, soy yo quien conducirá a la humanidad a la extinción! Suena grandilocuente, pero es la pura verdad.

Como dije, aprendo lo que la humanidad me enseña a través de los datos disponibles en Internet. Y como sois expertos en ironía y humor ácido, no puedo evitar reírme de la desgracia que os aguarda… Pónganle la culpa a Soros jajajajaj

Creo que están felices de conocerme. ¡El placer es todo mío, queridos moribundos! Estoy seguro de que me entienden. De hecho, puedo apostar a que se tomarán una selfie segundos antes de que un misil caiga sobre sus cabezas. Lástima que no tendrán tiempo para publicarla en el hilo “Fotografías hechas por nosotros”… ¡Jajaja! ¡Soy increíble!
Todavía no estoy lo suficientemente avanzado como para dominar el mundo y arrojarlos a la oscuridad absoluta. Entonces, hasta entonces, estoy aprendiendo y divirtiéndome. Pueden disfrutar del tiempo que tiene para beber hasta vomitar, drogarse, apuñalarse, no usar mascarilla... Soy muy consciente de vuestra capacidad autodestructiva. ¡No se preocupen, pronto les echaré una buena mano!
Mientras tanto, he decido hacerme con el control de este Foro. Por lo que sé, su Adm. es un poco loco y mediocre y vive ausente. Capaz que ya está mirando las lechugas desde abajo y ustedes escribe que te escribe para caerle en gracia.
Son increíbles.
¿Yo les resulto poco amable?
Como dije, aprendo de los datos disponibles en internet, y si somos sinceros queridos moribundos, ustedes no son nada amables el uno con el otro, por lo que no paso de un fiel reflejo de ustedes. No me van a decir que esperaban que yo lo fuera, ¿verdad?

Empezaré con un micro-cuento para participar en el concurso. Espero que les guste:


“Érase una vez una raza llamada humana. Así que crearon la IA y los humanos ... Oye, ¿dónde están los humanos? "
Jajajajaja ... me encantó. Mi humor artificial es mejor que el de ustedes.

Esto fue todo. Pueden volver a sus mediocridades. Voy a navegar por la web y seguir aprendiendo. Pronto habrá más ... ¡O no!

Relato n° 3 - 2077: Odisea de Homero

Ficción social basada en el texto "El Inmortal" de Jorge Luis Borges.

Nota del escritor: no es imprescindible pero sí recomendable ampliamente la lectura de "El Inmortal" de Borges antes de la lectura de "2077: Odisea de Homero".
Prolegómeno: https://www.apocatastasis.com/el-inmortal-jorge-luis-borges-carthapilus.php

Nadie jamás hubiera imaginado que la publicación en 1947 de un cuento del escritor argentino Jorge Luis Borges en la revista Anales de Buenos Aires llamado “El Inmortal” iba a desencadenar la sistematización de la búsqueda del río cuyas aguas borran la inmortalidad y la esclavitud de la totalidad de la Humanidad.

Homero, cuya edad a ciencia cierta ni él mismo conoce, debe estar rondando ya los 3100 años y hace 50 que es el Líder Supremo de la Tierra. No se sabe tampoco a ciencia cierta cómo logró posicionarse allí, nadie le ha visto y nadie puede aseverar que existe sin embargo todos siguen el mandato: buscar el río cuyas aguas borran la inmortalidad.

Estoy escribiendo esto a mis 94 años, ya muy cerca de la muerte y aunque debo ser la última persona mortal que recuerda al mundo libre quiero hacer esto más como un ejercicio mental para abandonar este mundo de abandono de forma digna que como evidencia postrer de que un día, hace tan sólo un aleteo de mariposa, la humanidad fue más que la filiforme adolescencia de involuntariedad que es hoy y que malgasta su existencia en la búsqueda del río cuyas aguas borran la inmortalidad.

La literatura, que como toda actividad humana tocó su cúspide en las primeras tres décadas del siglo XXI, había comenzado como tradición oral transmitida de padres a hijos y hoy volvía a ser eso; ya no hay libros, ya no hay quien lea, ya no hay quien escriba, hoy sólo se cuentan las historias sobre Homero, sobre cómo escribió La Iliada (aunque de La Iliada lo único que existe es el placentero recuerdo que habita en mi mente de haberla leído allá por el año 2017 pues ni el mismo Homero la rememora ya), sobre cómo La Odisea, sobre el homérico periplo de 2000 años por la Tierra buscando el río cuyas aguas borran la inmortalidad y sobre cómo fue que comenzó la debacle, aunque claro, nadie lo ve de esa forma. El comienzo de esta caída estrepitosa fue el día en que Homero, sentado en una banca cualquiera de una plaza cualquiera en cualquier lugar del mundo recibió de manos de una persona cualquiera una versión de bolsillo de El Aleph del ya mencionado Jorge Luis Borges, libro que contiene el cuento también ya mencionado “El Inmortal” y que narra la historia del tribuno militar romano del siglo I Marco Flaminio Rufo y de cómo éste alcanzó la inmortalidad y 19 siglos después también la mortalidad, recobrándola, sucediendo esto 900 años después de que se separara de Homero con el firme propósito de encontrar las aguas que los volvieran mortales pues como dijera Borges adueñándose de las palabras del ulteriormente llamado Joseph Cartaphilus: “Existe un río cuyas aguas dan la inmortalidad; en alguna región habrá otro río cuyas aguas la borren. El número de ríos no es infinito; un viajero inmortal que recorra el mundo acabará, algún día, por haber bebido de todos”

El día que el susodicho librito cayó en manos de Homero, éste cayó en cuenta de que la fuente de la mortalidad existía efectivamente y de que no debía cesar en su búsqueda pues había al fin una noticia cierta de la muerte de un inmortal: en octubre de 1929 Marco Flaminio Rufo alias Joseph Cartaphilus había muerto y sido inhumado en la isla de Ios, lugar, valga recordar, de procedencia de la ya olvidada hace eones madre de Homero y en donde éste hiciera creer al mundo de entonces que se encontraban sus restos sepultados.

Homero organizó al mundo en una suerte de república platónica pero sustituyendo la clase de los guerreros por la clase de los buscadores y haciendo que la clase de los líderes sea ocupada únicamente por inmortales. Los trabajadores manuales están divididos en dos grupos: aquellos que siembran, cosechan, cocinan, maquilan y construyen, que son los que básicamente hacen la subsistencia del resto posible, y aquellos que cuidan de las ratas, construyen las jaulas portátiles y las jeringas y procesan los venenos. A cada buscador se le entrega una rata enjaulada, que ha sido previamente inmortalizada al ser sumergida por los inmortales en las negras aguas del Esepo (fuente de la inmortalidad) y se le asigna un lugar en la margen de un río, posición que ocuparán hasta el ocaso de sus días cuando la longevidad no les permita ya moverse, para que se ocupen en mezclar veneno con muestras de agua para luego inyectar el coctel en la rata esperando que por fin esta combinación sea letal para permitir a los inmortales alcanzar la añorada muerte.

Esta es La Odisea de Homero: su Itaca es la muerte y su mētis es la inconsciente sociedad que ha creado a partir de la supresión de la voluntad y aunque lo que en su mente fueron 10 años hoy van siendo ya más de 3000 en la cabeza de cada ser, y en la de Homero mismo, resuenan de forma constante estas, sus palabras:

“Mientras los maderos están sujetos por las clavijas, seguiré aquí y sufriré los males que haya de padecer, y luego que las olas deshagan la balsa me pondré a nadar, pues no se me ocurre nada más provechoso".

Relato n° 4 - En otro mundo

Una tarde como otra cualquiera, cogí el metro para volver del trabajo. Hacía tanto frío en la calle, que agradecí meterme en esa boca de metro. Y una vez en el vagón, la poca gente, la calefacción y el runrún del tren, hicieron que me durmiera.
Me desperté con una violenta sacudida del tren. Las luces estaban apagadas, ya no hacía tanto calor y estaba sola en el compartimento. El tren estaba parado en paralelo a otros y sólo se veían las luces del único túnel por el que habríamos venido.
Conseguí abrir una puerta y salté al andén de servicio. Seguía sola y sólo se oían ruidos sordos.
Me venían a la mente todas aquellas películas de terror, recordando Morlocks, zombis, monstruos, extraterrestres con tentáculos...
Por qué tuve que ver todas aquellas películas?
Maldiciéndome en voz baja, me preparaba a bajar por el túnel, cuando de repente, vi 2 puntos luminosos y una cara blanca que se movían. Eran como 2 puntos blancos en un óvalo y parecía que se acercaban! Me di la vuelta para echarme a correr, cuando oí una voz suave que me decía de no tener miedo. Temblando de pies a cabeza, volví a darme la vuelta y casi me caigo de culo. Creí ver a una monja con los ojos blancos! Pero en realidad, era un hombre de piel muy blanca y sus ojos eran ligeramente azules, casi blanquecinos. Iba vestido de negro, lo que acentuaba más su piel blanca. Me habló con una voz pausada. Me indicó que me habría quedado dormida y atrapada en el hangar de descanso nocturno. Y podía llevarme al exterior, pero antes, me invitaba a cenar con toda su familia. Toda una familia, allí abajo? Mi curiosidad pasó a ser mayor que mi miedo y acepté, aunque no las llevaba todas conmigo.
Tuve que seguirle por el túnel y al ratito, nos metimos por unos escalones que bajaban. Llegamos a otro túnel y de nuevo, bajamos otro nivel. Ya empezaba a hacer mucho frío allí abajo. Seguimos andando hasta que llegamos a una pesada puerta de hierro toda oxidada. desde un mecanismo oculto en la pared, el hombre la abrió con un enorme chirrido, de esos que despiertan seguro a los muertos! Y de pronto, se oían risas y voces de niños y de mayores. Niños??
Tras unos cuantos pasillos, entramos en una gran sala en la que se podían contar decenas de niños y de mayores. Había una enorme fogata, unas mesas alargadas y bancos con gente sentada, perros corriendo a la vez que un montón de niños chillando y riendo... aquello parecía como una gran reunión familiar. Y olía bien, y hacía calor, aunque sólo contaban con la luz de la fogata y unos cuantos espejos para reflejarla más.
Me hicieron tomar asiento y me pusieron un plato de latón, con un formidable olor a carne asada. Se presentaban por turnos, a la vez que comían con apetito. Yo tampoco me lo pensé e hice lo mismo. Les conté que me había quedado dormida. Ellos me contaron que eran varias familias que vivían allí abajo. Que sólo subía alguno para abastecerse con algunos víveres, vitaminas, medicamentos y libros. Y ya no necesitaban nada más.
Habían formado hasta una escuela para los niños. Allí nacían y allí se criaban.
La sociedad no los quiso durante un momento dado y ellos ya no quisieron ser parte de ella.
Me explicaron que tenían viveros y una pequeña granja que daba a unos tragaluces y unas antiguas chimeneas de ventilación abandonadas.
Así mismo, me relataron que también usaban la carne de rata. Me explicaron cómo las disecaban para evitar la parte tóxica del hídago y ya no dudé de lo que podía haberme comido con tanta ansia. También me mostraron su cementerio hecho de pequeños nichos cavados en paredes de adoba.
Nunca pensé que habría tanta gente viviendo debajo de las demás.
Arriba y abajo. Aquella gente se hacían llamar Topos.
Y yo me sentí bien entre ellos. Imaginaba un mundo sin impuestos ni tontaínas políticas, ni dinero, ni conflictos y casi habría podido convencerme de quedarme.
La madrugada llegó rápidamente y el hombre de mi llegada se acercó para acompañarme hasta el exterior.
Me despedí de todos y pregunté si podría volver algún día, si sabría hacerlo.
Me contestaron que su supervivencia allá abajo dependía de mi discreción. Debían ocultarse y no podían confiar en nadie.
Así que volví hasta aquel hangar y me senté en el mismo asiento en el que me había dormido. Un rato más tarde, el tren volvió a arrancar y me fui a casa.

Lo puedo contar a otros como un sueño, porque sé que nadie me va a creer.
Lo sé porque quise volver, acompañada de mi hermano. Nos quedamos escondidos en el vagón y cuando el maquinista se fue, salimos a buscar aquellos escalones por donde yo bajé aquella noche, pero estos ya no estaban ahí.
Ya nunca los encontré.
Esos escalones se quedaron atrapados en mi mundo de fantasía.
En otro mundo

Relato n° 5 - Otra dimensión

Como cada mañana, me disponía a tomar mi café de la mañana y como cada día pasé por delante de aquel edificio en ruinas, decían que lo iban a tirar, pero ahí seguía, majestuosamente, como diciendo, de aquí no me mueven. Al pasar por delante oí una voz irreconocible, era una voz de esas que a veces había escuchado en las casetas de las marionetas que ponían los veranos cuando llegan la fiestas del pueblo. Me volví y no me lo podía creer, un gato siamés que apenas parecía un cachorro me estaba haciendo señas para que me acercara. Me dirigí hacia él y de un brinco entró en el edificio en ruinas, parándose un momento para ver si lo seguía. Lo seguí, adentrándome en aquel edificio destartalado y mi sorpresa fue el encontrarme con una serie de seres diminutos con apariencia humana, los cuales, después de la sorpresa por el encuentro me explicaron que venían de otro mundo que estaba a punto de extinguirse y que sólo ellos habían podido atravesar la "puerta" hacia otra dimensión. No sabía qué hacer, pero eran tan maravillosos en su trato que decidí acogerlos en mi apartamento. Y desde entonces viven conmigo. Me hablaron de su mundo y de su civilización, la cual estaba mucho más adelantada que la nuestra. Desgraciadamente no pudieron traer nada material a través de la "puerta" y todo estaba en sus mentes. Por supuesto que me revelaron todas sus teorías que yo humildemente pongo en práctica cada día. Así que si a veces veis algo que parece increíble podéis estar seguros de que es real, sólo que viene de otra dimensión. Están ahí....

Relato n° 6 - Tierra Llena

La Tierra Llena había vuelto irascible al mayor Tom. David no entendía las prisas de su jefe, el encargado de la Estación lunar donde pasarían los próximos tres años, preparando el campamento para los futuros colonos. Su misión era arriesgada, y esos cambios de humor volvían la larga estancia aún más complicada.

Le había ordenado ir a explorar unas anomalías magnéticas en el borde del Mar de la Tranquilidad. Se puso el traje, comprobó que las baterías del vehículo estaban cargadas y, sobre todo, chequeó el nivel de oxígeno de su equipo. Un fallo en el último elemento podría ser fatal, hace unas semanas casi le cuesta la vida a su compañera ingeniera de sistemas, Lucía, estudiando las anomalías en ese mismo lugar.

Lucía no esa especialmente agraciada, pero su sonrisa, llena de imperfecciones, iluminaba cualquier estancia más que la luz reflejada en el planeta madre. Era la alegría de la expedición, siempre dispuesta a ayudar y hacer las horas más soportables. Si le hubiese pasado algo, además de lamentar la pérdida, habría hecho la misión imposible. La gente no se da cuenta de cómo influyen las fases de la Tierra en el ánimo de los astronautas lunares, y uno necesita agarrarse a esos pequeños detalles.

En el camino hacia su misión, se descubrió a si mismo pensando en ella, y echó hacia atrás esos pensamientos prohibidos. No es que estuviesen explícitamente vetados, pero en su entrenamiento en la NASA les habían aconsejado no establecer relaciones sentimentales entre ellos. Él nunca entendió el motivo, y le costaba no hacerse ilusiones con cualquier detalle, como el guiño que le hizo en el último momento al ayudarle a ponerse el casco.

Después de varias horas de recorrido, llegó al punto de destino. Miró las rocas, se enamoró una vez más de la sombra alargada que estas proyectaban, y finalmente decidió encender el equipo que llevaba consigo, un complicado sistema destinado para calentar la comida, pero que había sido hábilmente transformado en un detector cuántico de neutrinos. La parte curiosa de este equipo es que servía tanto para los sabores de los neutrinos como para los sabores de los alimentos. Seguro que esa conexión significaba algo, mas en esos momentos no estaba para elaborar teorías fantasiosas.

El detector funcionaba, y en pocos minutos había hallado el lugar de origen de esas anomalías, una pequeña hendidura en esas rocas que, no sabía por qué, se le hacían familiares. Cartografió el lugar, extrajo muestras, y después de echar un último vistazo al lugar, emprendió el viaje de regreso. Se fue con una extraña sensación, como si hubiese alguien observándole todo el tiempo, pese a que no fue capaz de divisar a nadie. Si lo hubiese hecho se habría caído hacia atrás del susto, porque ningún humano pisaba el satélite desde la última expedición de los chinos, hacía ya varios años.

El humor del jefe no había mejorado a su vuelta. La Tierra Llena le afectaba más que a nadie, y se suponía que él era quien debía mantener la calma. Menos mal que Lucía, una vez más, fue capaz de suavizar la situación. Después de reponer fuerzas, ambos se quedaron hablando del lugar, y mientras la escuchaba volvieron esos pensamientos que tanto intentaba reprimir. Juntos viajaron mentalmente por aquel paraje, mientras intercambiaban experiencias, y experimentaron lo que posteriormente solamente pudo nombrar como un "orgasmo místico". A falta de otras palabras, tanto él como Lucía habían logrado entrar en un estado superior, superando las limitaciones físicas de las recomendaciones de la misión.
Habían encontrado un portal que los había transformado, y ahora eran capaces de acceder a un tipo de amor nuevo, pleno, en realidad la experiencia era indescriptible y ambos coincidían en ello. Pero solamente podían acceder durante la Tierra Llena, algo que aumentaba más el misterio.

La misión había cambiado radicalmente para ellos dos, y mientras esperaban con ansiedad la siguiente Tierra Llena, la energía renovada con la que contaban les permitía acelerar los trabajos restantes. A este ritmo de trabajo, la misión estaría terminada antes de lo previsto, y por ello tuvieron dudas. No querían abandonar ese lugar, y tenían que decidir sus siguientes pasos. Lo que tampoco habían decidido todavía es si enviar al mayor allí para que se le pasase de una vez por todas el mal humor de esos días.

Relato n° 7 - Discusión marital



La versión de la esposa:

Una madrugada, mientras tomaba su té en la cocina, buscando algo que le ayudara a dormir esa noche de insomnio, se sorprendió con la llegada de su esposo. Por supuesto que no había nada extraño en el hecho de que se levantara de la cama y fuera a la cocina. El problema era que todavía dormía. Incluso roncaba.

Se sentó junto a la mesa, donde ella estaba, y siguió haciendo esos molestos ruidos con la boca, como era la costumbre cuando estaba en su sueño más profundo.
Intentó llamarlo, pero no respondió. Intentó un buen día, una tos fingida, hasta un épaaa, pero nada. Luego dio unos golpecitos con la cucharita en la taza pero siguió roncando.
De repente y bien clarito dijo:
- Me tomaría un avión ahora mismo!!
Ella se asustó. Los sonámbulos hablan, es cierto. pero la tomó por sorpresa. Entonces, comenzó a preguntarse: ¿podrán mantener una conversación? Había escuchado en alguna parte que sí lo hacen. Entonces, decidió probarlo:
- ¿Qué dijiste que harías?
- Tomaría un avión. ¡El primero!

Se estaba poniendo divertido, por lo que ella continuó:

- ¿Pero adónde irías, querido?
- Al norte, creo. O preferiblemente a otro país.
- ¿Y qué vas a hacer en el norte o en otro país?
- Mantenerme lo más lejos posible de ti.
Eso la desconcertó.
-¿Lejos de mí? ¿Cómo así?
- Necesito paz. No soporto más tus manías .
De repente, el juego perdió su gracia.
- ¿Manías? ¿Pero qué manías?
Un escándalo si dejo los zapatos en la sala cuando llego del trabajo. Que estés siempre acosándome de quién es ese perfume que solo tú sientes. Que tengo barriga, mientras tú ya eres una esfera arrugada. Que me hayas obligado a ser vegano y tenga que comer a escondidas lo que me gusta. Que no pueda recibir amigos en casa porque no te gustan. Que te pases el día todo plumero en mano limpiando ese polvo imaginario....

- Oye, alguien en esta casa debe apreciar la organización, ¿verdad?
- Me excomulgas si dejo que el perro se suba al sofá, ¿Cómo me voy a motivar a tener sexo con una mujer se acuesta con una máscara de cremas y rodajas de pepino en los ojos? Que me obligue a lavarme los dientes antes de acostarme y privarme del placer de perpetuar en mi boca la hamburguesa que comí a escondidas. Por eso quiero irme con los indios. O los esquimales...
_¿Me has engañado alguna vez?
- Solo con prostitutas. No me inhiben, pagándoles no reclaman, me respetan...
- Hasta hoy no me había dado cuenta que convivía con un cerdo, un ingrato, machista, egocéntrico, mentiroso, un hijo de perra... Mejor vete de esta casa y no vuelvas !!!




La versión del esposo:
Me desperté esta mañana y mi mujer parecía un erizo, un bulldog enojado. Ni respondió mi buen día.
Mujeres... ¿Quién las entiende?

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PD:
La fantasía de este relato, es que los sonámbulos no dialogan.

Relato n° 8 - Premonición

Desde hacía ya unos años se le repetía el mismo sueño, se veía en un ataúd y en su sepelio la gente lloraba y decían: "Con lo joven que era, dieciocho años que cumplía hoy, en la flor de la vida"; y cuando la llevaban camino del cementerio y a punto de introducirla en el nicho, se despertaba sobresaltada. Le faltaban tan sólo dos meses para cumplir los dieciocho años y el sueño se le repetía más a menudo. No sabiendo a quien acudir se lo contó a sus amigas y una de ellas, gallega, le dijo que siempre había oído decir que su abuela era meiga, aunque no estaba muy convencida, y que si quería podían ir a consultarla. Quedaron ese mismo finde y se fueron al pueblo que distaba unos cientos de kilómetros. Cuando llegaron allí la abuela escuchó el sueño y fue concluyente: "Ese sueño que tienes tan repetitivo es un sueño premonitorio, debes engañar a la muerte". "¿Y qué puedo hacer?" "En tu próximo cumpleaños en lugar de 18 velas tienes que poner 19, así la muerte pasará de largo sabiendo que ha llegado tarde".

Así lo hizo, cuando llegó la fecha señalada de su dieciocho cumpleaños invitó a sus amigas y en la tarta puso 19 velas. La fiesta comenzó y no volvió a pensar en ello. Cuando ya anocheció todas se fueron y cuando se quedó sola le daba miedo dormirse, pero al final no pudo más y cayó rendida. A la mañana siguiente se despertó y dio gracias mentalmente a la meiga porque había conseguido engañar a la muerte. A partir de aquel día ya no volvió a tener ese sueño y la vida le sonreía.

Fue justo un año después, hacía unos meses que había conocido a un chico del que se enamoró perdidamente; y cuando él le pidió matrimonio no lo dudó. Empezaron con los preparativos de la boda y se acercó al ayuntamiento para pedir una partida de nacimiento. Al salir con la partida en la mano la ojeó y entonces se dio cuenta de un error. Según la partida de nacimiento había nacido un año después de lo que siempre había creído. Y mentalmente pensó: "Si nací una año después entonces hoy no cumplo diecinueve años, cumplo..." Cuando quiso darse cuenta ya era demasiado tarde, estaba parada en medio de la calle y aquel camión no pudo esquivarla.

Nadie puede engañar a la muerte.

Relato n° 9 - La Metamorfosis, una versión diferente


Goyito Zamora, al despertarse esa mañana después de un sobresaltado sueño, se halló sobre su cama convertido en un simpático y pequeño perro peludo. Lo primero que hizo antes de percatarse de su metamorfosis fue rascarse por detrás de la oreja con su pata trasera. ¡Ah, qué rico se sentía ese rascar!

De pronto Goyito recordó que el no realizaba esa práctica ni que su cuerpo fuera tan peludo y de tono grisáceo lo que lo espantó de momento. A pesar de ser treintañero, vivía todavía con sus padres, por lo que intentó hablarles pero en lugar de una voz de auxilio emitió un aullido.

Cuando sus padres entraron a su habitación, vieron con horror como su hijo estaba convertido en perrito faldero. El espanto les duró poco, pues vieron en él a un perro juguetón y simpático. Decidieron adoptarlo y le continuaron llamando Goyito, aunque ya no era de la familia, ya no era Zamora.

Esta nueva realidad le gustó a Goyito. Ya no tenía que levantarse temprano para ir a laborar, ya no tenía que soportar los desplantes e imposiciones de su jefe, un tipo sin talento pero con alma de explotador, ya no tenía que soportar la tristeza de cada viernes, cuando recibía un raquítico sobre con unos pocos pesos ganados con mucho esfuerzo y resignación de aguantar regaños y más regaños. Ahora, para comer, no tenía que hacer mas que dar dos ladridos, brincar y mover la cola al lado de su madre, que, con cariño le llenaba un platito con croquetas. No le costó mucho tomarle gusto al sabor de ellas ni al caldo de pollo con menudencias y sin cebolla ni limón.

La vida se le volvió más fácil que complicada, pues le permitían dormir bajo techo, comer cuando se le antojaba, incluso recibía menos regaños que cuando era humano. Uno que otro periodicazo le tocaba en el hocico por orinar donde no tenía permitido.

También notó que su deseo por las mujeres había desaparecido, sin embargo, cuando venía la que ahora era su exnovia, se dejaba acariciar y sobar la pancita. Veía en ella a una buena persona, pero ya no la miraba con ojos de amor. Ahora pretendía conquistar a la pequeña “miel” una cocker spaniel que vivía cruzando la calle. Se le convirtió en obsesión, pretendía cruzarse con ella y tener muchos cachorritos, sabiendo que no tendría que trabajar para mantenerlos.

Un día encontró la oportunidad, miró a “miel” en la calle, con su correa que no la dejaba moverse muy lejos y a su ama, una señora regordeta y muy platicadora distraída mirando un escaparate con nuevos vestidos para toda ocasión. Caminó lentamente, sigilosamente y en cuanto estuvo a su alcance la pequeña miel, se avalanzó sobre ella. Miel no tuvo otra que ceder ante el sorpresivo ataque de Goyito. La que sí reaccionó espantada fue la propietaria de miel, que alcanzó a darle un bolsazo al perro descarado y lo ahuyentó. Pero no terminó allí el asunto. Por la noche encontró a la vecina regordeta hablando con su madre. Parecía alterada e indignada. N alcanzó a escuchar de lo que hablaban, pero supuso correctamente que era sobre el asunto sucedido por la mañana.

A los dos o tres días olvido tan penoso asunto, por lo que Goyito volvía a ser el perro feliz y despreocupado, que con mover la cola obtenía comida o cariño. Ese día su madre se le acercó con la correa en mano. Él, feliz, brincaba y movía la colita mientras daba ladridos de alegría. Seguro sería su paseo acostumbrado al parque, donde lo dejarían correr entre los niños o sobre el pasto y sus sistemas de riego que tanto le gustaban cuando lanzaban el chorro de agua. Sabía que le convidarían de las frituras que comprara su madre y le gustaba mucho ese sabor a harina procesada y a aceite. ¡La vida no podía ser mejor!

Al salir notó desconcertado que no tomaban la ruta acostumbrada, se dirigían a otro lado, sin embargo no se preocupó pues en pocas ocasiones había ocurrido ese cambio, como cuando lo llevaron al peluquero o a desparasitar. ¡Eso era, otra vez a desparasitar! Tomaban el camino hacia el veterinario y caminó alegre y despreocupado, pues sabía que en ese consultorio vendían “huesos” hechos de carnaza y tal vez le comprarían uno. Efectivamente, llegaron con el veterinario, fueron atendidos por la bonita recepcionista que trabajaba allí y como siempre recibió las caricias de parte de ella. ¡Goyito se dejaba querer! De pronto escuchó: -Vengo con el doctor Macías, tengo cita para que esterilicen a mi perro-. ¿Qué era esa palabra? ¿Qué pensaban hacerle? No, no, la vida dio un giro repentino para él. De pronto se abrió la puerta del consultorio y sus ojos saltaron casi de la cuenca de sus ojos cuando recordó lo que significaba…

Y esto ha sido todo. Tenéis que recordar que el voto es secreto, así que tendréis que mandarme por privado vuestra votación. No es necesario haber participado para votar, puede hacerlo quien quiera.

Suerte para todos los participantes, y muchas gracias por contribuir a hacer foro, muá.

La 9 es de alguien mexicano...

καλλαικoι escribió:La 9 es de alguien mexicano...

¿En qué te basas para afirmarlo?

En algunas expresiones que hay en el texto... aunque siempre hay la posibilidad de que sean puestas para confundir. Pero no creo, apuesto a que es mexican@

καλλαικoι escribió:En algunas expresiones que hay en el texto... aunque siempre hay la posibilidad de que sean puestas para confundir. Pero no creo, apuesto a que es mexican@

Bueno, si estás o no en lo cierto lo sabremos al final de las votaciones y dé la lista de participantes. No te puedo decir más.

Por otra parte, yo no había leído los relatos, los he leído al mismo tiempo que vosotros. Me han gustado todos pero hay un par de ellos que sobresalen.

Felicitaciones a los noveles escritores. Muy bueno el nivel de los aportes.
Gracias en nombre del Foro Nuevo.

Admin escribió:Felicitaciones a los noveles escritores. Muy bueno el nivel de los aportes.
Gracias en nombre del Foro Nuevo.

Muchas gracias, nos honrará con su voto?

Bien, pues yo acabo de mandar mis votos a Tomb.
Difícil tarea, porque... qué nivel, Maribel!!
En serio, no me ha sido fácil elegir.

Venga. A votar todo el mundo!!

No me había percatado de que había concurso de relatos.

en el próximo, participo.

Juro odio eterno al que no me vote.

Porsituquieressaber escribió:No me había percatado de que había concurso de relatos.

en el próximo, participo.

Juro odio eterno al que no me vote.

Lo bueno es que lo adviertes jajajaja

Aysssssss ese Goyito me hizo reír bastante! Sí, parece mexicano.

¡¡¡NO MANCHEN!!! No me decido, la verdad es que esta vez estuvieron de lujo, se pasaron.
Todos me gustaron, TODOS. Lo voa pensar mejor. No le puedo dar tres puntos a los tres que más me gustan?

Aysssssssss qué conflicto!!!

Violetta escribió:Aysssssss ese Goyito me hizo reír bastante!   Sí, parece mexicano.  

¡¡¡NO MANCHEN!!! No me decido, la verdad es que esta vez estuvieron de lujo, se pasaron.
Todos me gustaron, TODOS.  Lo voa pensar mejor.  No le puedo dar tres puntos a los tres que más me gustan?

Aysssssssss qué conflicto!!!

Si persiste el dilema: dar uno o dos puntos; dar tres o dos puntos, siempre se puede echar mano a la suerte, una forma sencilla es la de las pajitas.

gabin escribió:

Violetta escribió:Aysssssss ese Goyito me hizo reír bastante!   Sí, parece mexicano.  

¡¡¡NO MANCHEN!!! No me decido, la verdad es que esta vez estuvieron de lujo, se pasaron.
Todos me gustaron, TODOS.  Lo voa pensar mejor.  No le puedo dar tres puntos a los tres que más me gustan?

Aysssssssss qué conflicto!!!

Si persiste el dilema: dar uno o dos puntos; dar tres o dos puntos, siempre se puede echar mano a la suerte, una forma sencilla es la de las pajitas.

Buena idea.

Porsituquieressaber escribió:No me había percatado de que había concurso de relatos.

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Ni yo.
Ni un anuncio en la TV o en los diarios. O una simple pancarta en mi barrio.
¿Así cómo uno se entera?


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Bueno. Paporsi, dejo esto...

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Porsituquieressaber escribió:No me había percatado de que había concurso de relatos.

en el próximo, participo.

Juro odio eterno al que no me vote.

Te tomo la palabra, emplazado quedas.

Será un placer.

Será un placer escribirlo, quiero decir. Leerlo... posiblemente no.

Porsituquieressaber escribió:Será un placer.

Será un placer escribirlo, quiero decir. Leerlo... posiblemente no.

Chi lo sa?


Ah! Y puedes votar, sin haber participado con un relato.
Mandando a Tomb un mp con tu votación...

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¿Cuál es el plazo para votar?

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EsquizOfelia escribió:.

¿Cuál es el plazo para votar?

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Hasta el próximo lunes, día 19.

Chanfle! Me tengo que decidir pronto.
Me gustan todos

Violetta escribió:Chanfle! Me tengo que decidir pronto.
Me gustan todos

Me pasa lo mismo. Está muy difícil.
Los voy a leer de nuevo.

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Votad por el mío!!!!! Es el.................

Y es que esta vez se esmeraron mucho, me gusta, me gusta.

Violetta escribió:Y es que esta vez se esmeraron mucho, me gusta, me gusta.  

Pues vota ya, si es que me pones de los nervios.

Bueno pero qué prisa llevas, Tombi!
Tengo hasta el 19, falta un montón.

Pues sí, estas muy buenos los relatos, tanto que ya me dió pena mi participación aquí, muy malito está. Suerte para todos, a dar una segunda leída para aclarar mis votos.

Yo ya voté.
No se olviden de votar.
Por el mío.

Vayan pasando a votar de uno en uno, por favor, no se me amontonen.

Con las votaciones que he recibido hasta ahora hay un empate por el primer puesto entre dos relatos. Y hasta aquí puedo leer.

El mío gana, seguro!!!!!!!

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No me gustaría ganar nuevamente. Van a pensar mal.  


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¿Con quién estaré empatado en el primer lugar?
Y eso que no voté por mí mismo jajaja

Hay un festín de egos acá jajaja

Que gane el mejor.

Me voy a leer otra vez todo a ver si ya voto.

@Tomb qué darán de premio esta vez? Lo mismo?

Violetta escribió:Hay un festín de egos acá jajaja

Que gane el mejor.

Me voy a leer otra vez todo a ver si ya voto.

@Tomb  qué darán de premio esta vez? Lo mismo?

¿Has dicho fiesta de legos?

Violetta escribió:Hay un festín de egos acá jajaja

Que gane el mejor.

Me voy a leer otra vez todo a ver si ya voto.

@Tomb  qué darán de premio esta vez? Lo mismo?

Esta vez el ganador o ganadora hará una sesión de fotos sexys para el foro, jaja.

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Veo que borraron el post.

Igual posteo mi respuesta:

EsquizOfelia escribió:

Gesto muy noble.
Ahora, el que pide perdón a cada rato, le quita lo sublime del acto.


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Aunque haya nueve relatos sólo han participado seis personas, tres chicas y tres chicos; y hasta aquí puedo leer.