La crueldad española

LA CRUELDAD

La crueldad se define como la respuesta emocional de obtención de placer en el sufrimiento y dolor de otros o la acción que causa tal sufrimiento o dolor. Y esta acción puede ser también con la palabra, que empleada con el fin de hacer daño y humillar, es capaz de conseguirlo.

Digo esto porque la persona que en este Foro anda buscando por esos foros de dios, dónde he cometido lo que para él es un pecado, y castigarme con la denuncia popular, se mesa los cabellos por haber dicho yo en algún momento que el español es cruel, y se sorprende preguntándome. “La crueldad ¿española?”... La crueldad es una condición humana, condición miserable sin duda, pero no exclusiva del español, por supuesto algo que yo no he dicho jamás, aunque en unas culturas o sociedades se manifieste más que en otras, y en España no se queda atrás. El tal señor que me persigue y hostiga, aunque sin conseguirlo porque bien sabe que yo me río hasta de janeiro, es quien firma pomposamente como “porsituquieressaber”.

Valga pues, para demostrar en qué baso mi idea, en algo tan “tradicional” del español, y es despreciar, humillar, vilipendiar o burlarse o reírse del vecino. Para muestra lo que se dicen los unos de los otros, especialmente cuando más cercanos residen, pues el refranero español, en este caso de la humillación del vecino, cuenta con juicios peyorativos a manta. He aquí unos cuantos. Juzguen ustedes si esto es o no crueldad:

De Jaén, ni hombre ni mujer, ni aire que venga de él.
Hijos de Madrid, uno bueno entre mil.
Antes marrano que murciano.
Hijo de Sevilla, uno bueno por maravilla.
Burgalés, mala res.
A los de Guadalajara, ni mirarlos a la cara.
Alcalá de henares, mucho te precias pero poco vales.
Toledano, tonto y vano.
Palencia la necia, quien te oye te desprecia.
Los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él.
¿Qué haré en Madrid si no sé mentir?
Salamanca a unos sana, a otros manca y a todos deja sin blanca.
Granadino, ladrón fino.
De Soria, ni aire ni novia.
Cartagena, monte pelado, mar sin pescados, mujeres sin vergüenza, niños mal criados.
Badajo<, tierra de Dios, andan los cornudos de dos en dos.
Las toledanas, putas tempranas.
De una puta y un gitano, nació el primer murciano.

¿Sigo?... Mejor no. Lo dejo aquí porque esa crueldad tan hispana me desagrada. Algo que no he conocido en otros lugares.

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