Las mentiras de la Iglesia en 3 capítulos

EL POSTIGUET escribió:.

Capítulo I  (Breve Historia)

Para quien lo desconozca diré que mi ciudad, Alacant, está situada en el sureste de la península Ibérica y bañada por el Mediterráneo, un lugar que por su cercanía con el desierto del Sáhara africano y su propia orografía, no cuenta con las lluvias necesarias. Hay años de sequía prolongada, y aunque hoy los huertos ya casi han desaparecido de su entorno, hace cinco siglos, cuando la ciudadanía era mayormente agrícola o campesina, la escasez de lluvias significaba pobreza, cuando no hambruna, y la necesidad de inmigrar hacia otros destinos.

Las gentes de aquella épocas, por lo general incultas, analfabetas y muy creyente en la religión católica, cuando la sequía era pertinaz y prolongada acudían a los curas y obispos en demanda de peregrinaciones de santos y reliquias para que lloviera. Un sacerdote del lugar, tras su viaje a Roma, se trajo como recuerdo una reliquia que era, según la tradición, una parte del lienzo que usara la llamada mujer Verónica para enjugar el rostro del nazareno Jesús, condenado a morir en la cruz, en una de sus caídas cuando madero a cuestas caminaba por la calle de la Amargura hacia en monte de las Calaveras, el Gólgota, que su rostro quedó impreso en él. Este sacerdote hizo corre la voz por su parroquia que dejando ese lienzo guardado en el fondo de un baúl, al día siguiente aparecía en la parte alta, y que esto se repetía continuamente, como “pidiendo” fuese adorado por los fieles.

Aquellos campesinos del año 1489 de nuestra era, ante la enorme sequía existente, pidieron al cura sacara el lienzo en rogativa para que lloviera. Solicitado permiso al obispo y con la venia de éste, se sacó el lienzo para recorrer los campos sedientos de la comarca, y, ¡oh milagro! al día siguiente y durante varios días llovió sobre la zona, más o menos como este año 2022, cinco siglos después, que ha estado lloviendo casi dos semanas seguidas, sin rogativas ni historias. Los ciclos de la naturaleza son como son.

En acción de gracias los campesinos comenzaron a recoger donativos para construirle al lienzo una ermita (hoy es un monasterio) donde adorarlo y visitarlo los jueves siguientes a la Semana Santa de cada año en romería ya que tal día aconteció. En ocasiones especiales, bien por sequías, bien por plagas o enfermedades, se ha sacado en nuevamente. Y así ha sido hasta la fecha, excepto los dos años de la pandemia recientes y los dos de la guerra in-civil.

De aquella pequeña población o comarca, que contaría en unos pocos miles de ciudadanos, hasta hoy, una ciudad que se acerca a los 400.000, la ciudadanía se vuelca en hacerle una visita al lienzo cada año, el jueves primero después de la Semana Santa, y recorrer a pie los 8 kilómetros que la separan del monasterio. Hay años en que la romería alcanza los 300.000 romeros, ya que a la misma se suman gentes de poblaciones vecinas.

Dejo unas fotos.

Detalle de la asistencia



Fachada del Monasterio y congregación de asistentes



Otra foto de la asistencia que así recorre los 8 kilómetros



Continuará

EL POSTIGUET escribió:.

Capítulo II (Aclarando, que es gerundio)

El lienzo del que comentaba en el anterior artículo, está situado en una hornacina situada en el interior de una pequeña capilla en el Monasterio. Se encuentra dentro de un relicario de plata dorada acristalado en el cual se ve una pintura bizantina que cubre completamente el “auténtico” lienzo (situado detrás)  librándose así de ser tocado o bien que alguien pudiera hacerse con él. La hornacina está cerrada con tres cerraduras, cuyas llaves las tiene, una cada uno, el Obispado, el Ayuntamiento, y por tradición un ciudadano de la zona, que antiguamente se elegía entre los caciques campesinos más adinerados.

Aunque se dice que el lienzo ha sido comprobado en varias ocasiones, años 1690, 1732 y 1889 para certificar su existencia, lo cierto es que la iglesia se ha opuesto a que en la actualidad, con los medios científicos que hay para certificar su verdadero origen, por ejemplo años de antigüedad, se realice. Descubrir que no tiene los dos mil años de existencia, sería descubrir otra más de sus mentiras.

La última comprobación realizada en 1889, y según consta en el archivo del Ayuntamiento en el escrito realizado por el cronista de la ciudad como testigo y certificado por notario, el lienzo oculto no es más que una tela fina de unos 70 centímetros cuadrados con manchas aparentemente de sangre, que igual puede ser sangre humana o de origen animal, y que sobre ella aparece con pintura artificial rasgos y sombras figurando nariz, ojos, boca, pómulos, y una lágrima para que figure una cara humana. Por otra parte diré que este episodio de que Jesús fuese enjugado su rostro por la mujer Verónica, no existe en los evangelios. Otra invención.

En definitiva un fraude, una mentira, otra de las innumerables de las que la iglesia se ha servido para engañar a la población en su fe, y que sea origen de recibir ayudas económicas para ampliar su riqueza, por ejemplo ser la dueña oficial del recinto, al que se le quiere adecuarlo para un hotel, cuando su construcción fue a base de dineros aportados por la ciudadanía de la antigua ciudad, los verdaderos dueños.

Es verdad que hoy, esta conmemoración, tiene pocos visos de religiosidad, convertida en una fiesta lúdica, una especie de bienvenida a la primavera para hacer esos kilómetros, ida y vuelta unos 16, de senderismo, y una vez en el caserío comer en cualquier restaurante, chiringuito, o bien debajo de cualquier árbol de los pocos que quedan hoy, pues la huerta ha desparecido casi al completo, al estilo pícnic. Tanto es así que al margen de las gentes o familias que van individualmente, hay asociaciones festivas, deportivas, sindicatos, partidos políticos, que hacen el recorrido en grupo, y la gente más joven se acompaña de bebidas, comida, aparatos musicales y hacen su día al aire libre. La Santa Faz es la excusa.

Dejo una imagen del relicario, y otra, con más de 100 años, para que comprueben que la tradición de la romería se ha mantenido siempre.






Continuará