La iglesia roba a la iglesia

Cuando el PP otorgó a la iglesia católica la oportunidad de inmatricular, para sus propios intereses, edificios y hasta alguna plaza pública, los obispados se echaron como locos a inmatricular todas aquellas propiedades que consideraron sin titular, con determinada relación eclesial.

Pero era tanta la avaricia de poseer cuantos más bienes mejor, pues bien sabemos que la iglesia católica siempre ha ido en busca de posesiones, que intentó robarle un monasterio a unas monjas jerónimas, que regentan un sobrio monasterio sito en el histórico centro de Palma de Mallorca, y a escasos metros del mar. Un edificio de más de 6.000 metros cuadrados, muy goloso para emprender cualquier proyecto inmobiliario. ¡Menuda ganga para el obispo hacerse con esta posesión!

Pero las monjas jerónimas no son tontas, y, como corresponde acudieron a la ley, demostrando que el edificio y su entorno les corresponde desde 1485, casi nada, para que venga alguien ahora y te lo quiera robar. De momento las monjas han ganado la primera batalla, pero conocedoras del poder que tiene la iglesia, temen que el obispo recurra y se haga al final con la propiedad. Y aunque sea cosa interna, entre el obispado y la congregación de monjas, es repugnante que el PP, por parte del peor presidente de la España seudo democrática, legislara para que la iglesia se haya adueñado, en todo el Estado, de más de 30.000 bienes aprovechándose de la falta de documentación, y más muchas de ellas perdidas por la guerra o “perdidas” por intereses de enriquecerse.

.