El sueño - Parzival

Cerró por un momento los ojos, estaba cansada hasta de soportar su propio ser, la noche se había vuelto áspera como para pasarla en vela. El agotamiento la llevó a dormir en un instante. Comenzó el sueño, un sueño desdibujado y lento, pasivo como el mismo silencio. En ese teatro de desvarío que son los sueños y que a veces resultan más cuerdos que la vida misma, pudo divisarse ella misma, como única actriz, como la figura central de la obra. Estaba sola, sin dicha ni amargura. Su imagen tomó asiento, temblaba profusamente al sentir ese terrible frío que congelaba hasta el alma. El horizonte se componía de una espesa negrura, sin brillo, sin matiz, el terreno era de una aridez total que entristecía solo de contemplarlo. Ante tanto vacío el sentimiento de soledad la invadió. Sí, estaba sola, más sola que el olvido. Comprendió, sin perturbarse, que era la muerte, su muerte. Comenzaba a formar parte de la nada, del eterno olvido. Dentro de su sueño, cerró los ojos con resignación. Su alma empezó a desintegrarse poco a poco hasta ser dispersada por la ligera brisa que soplaba tenue, siendo llevada hasta los confines de la desolación. Se convirtió en nada y todo a la vez. Acabó el sueño y comenzó su muerte.

Yo casi no sueño y tengo dos noches que soñé....y recuerdo tan bien, que quiero seguir jla historia eje

A veces sería bueno continuar ciertos sueños, sobre todo aquellos que iban tan bien y el despertar nos lo quitó.

¡Gracias a todos por los "me gusta"! Valoro mucho eso.

Parzival escribió:A veces sería bueno continuar ciertos sueños, sobre todo aquellos que iban tan bien y el despertar nos lo quitó.

¡Gracias a todos por los "me gusta"! Valoro mucho eso.

No lo iba a poner, pero sé que te gusta que te cuente cosillas. Y ahora que nadie nos lee...

Hace ya unos años de esto (tú ya sabes), pero lo recuerdo perfectamente, como si fuera anoche...
Y pensé vivir exactamente lo que has escrito, Parzi.
Los dolores eran insoportables, el frío interno era tremendo, el temblor totalmente incontrolable, y de dormir, ni para qué hablar.
Hice lo que me mandó la doctora. Tomé las pastillas, la otra debajo de la lengua, la inyección... y el mundo era dolor! Y como nada funcionaba, me dijo textual: los principales días malos que son del segundo al décimo, tienes que fumarte "medio de esto" antes de irte a la cama y échate tarde.


Y llegó la primera noche mala, y yo le hice caso: "medio de esto" y me fui a la cama tarde.
Cómo fue aquello, que me dormí durante unas 3 horas!!!!
En pleno invierno, persiana cerrada a cal y canto y claro, cuando me desperté y por primera vez en muuuuucho tiempo, no sentía dolor alguno, pues además en total oscuridad, pensé sencillamente que me había muerto!!
Y todo era oscuridad completa y yo decía para mí, pues no me duele nada!! Pues eso es que ya me he muerto! Pues vaya sosada! Dios mío? Alguien?? Y mi luz? Dónde está mi luz? Todo negro y ya? Pfff...
Hasta que removí un poco el brazo y di con la lámpara de al lado. Encendí. Miré la hora: 4h de la madrugada.
Había conseguido dormir 3 horas seguidas!!!
Y yo que creía que me había muerto, JA JA... Pues nada más mover el brazo, volvieron las oleadas de dolor.

Pero había dormido 3 horas!!!!!

Ahora lo cuento y no pasa de anécdota y para que se rian los demás. Pero en aquel momento...


El dormir y vivir un sueño es la "petite mort", pero aunque aquella noche pensé lo contrario, a menudo es preferible perderse en ciertos sueños...

Gracias mil, mi querido ParziAlf!

MagAnna escribió:

Parzival escribió:A veces sería bueno continuar ciertos sueños, sobre todo aquellos que iban tan bien y el despertar nos lo quitó.

¡Gracias a todos por los "me gusta"! Valoro mucho eso.

No lo iba a poner, pero sé que te gusta que te cuente cosillas. Y ahora que nadie nos lee...

Hace ya unos años de esto (tú ya sabes), pero lo recuerdo perfectamente, como si fuera anoche...
Y pensé vivir exactamente lo que has escrito, Parzi.
Los dolores eran insoportables, el frío interno era tremendo, el temblor totalmente incontrolable, y de dormir, ni para qué hablar.
Hice lo que me mandó la doctora. Tomé las pastillas, la otra debajo de la lengua, la inyección... y el mundo era dolor! Y como nada funcionaba, me dijo textual: los principales días malos que son del segundo al décimo, tienes que fumarte "medio de esto" antes de irte a la cama y échate tarde.


Y llegó la primera noche mala, y yo le hice caso: "medio de esto" y me fui a la cama tarde.
Cómo fue aquello, que me dormí durante unas 3 horas!!!!
En pleno invierno, persiana cerrada a cal y canto y claro, cuando me desperté y por primera vez en muuuuucho tiempo, no sentía dolor alguno, pues además en total oscuridad, pensé sencillamente que me había muerto!!
Y todo era oscuridad completa y yo decía para mí, pues no me duele nada!! Pues eso es que ya me he muerto! Pues vaya sosada! Dios mío? Alguien?? Y mi luz? Dónde está mi luz? Todo negro y ya? Pfff...
Hasta que removí un poco el brazo y di con la lámpara de al lado. Encendí. Miré la hora: 4h de la madrugada.
Había conseguido dormir 3 horas seguidas!!!
Y yo que creía que me había muerto, JA JA... Pues nada más mover el brazo, volvieron las oleadas de dolor.

Pero había dormido 3 horas!!!!!

Ahora lo cuento y no pasa de anécdota y para que se rian los demás. Pero en aquel momento...


El dormir y vivir un sueño es la "petite mort", pero aunque aquella noche pensé lo contrario, a menudo es preferible perderse en ciertos sueños...

Gracias mil, mi querido ParziAlf!

Los sueños a veces nos alejan de la realidad. En ocasiones necesitamos ese alejamiento, ese desconectar de la realidad, de la vida, para poder descansar. Una muerte "vivida" nos puede traer algo de paz, de alivio, y si es parte de solo un sueño, debe ser un sueño tan reparador, que vale la pena. A final de cuentas, debemos de despertar, pero un descanso en el camino, siempre es necesario.

Ojalá todos tus siguientes sueños, sean de felicidad tranquila, que también traen descanso.