buenas tardes de sabado

barakarlofi escribió:El gallo asesino se a reencarnado

Como un enfermizo masoquista, he vuelto al sitio en donde aquel gallo impertinente y vengativo me rompió las vacaciones hace algunos años. Al pueblo, mas bien aldea de una veintena  de casas, se llega por una carretera que llega, pero que no sigue, sitio del alto Aragón que no tiene planicie ni praderas solo montañas que bajan y suben en la distancia.

Pocos vecinos, la mayoría venidos de las ciudades a ver la casa que dejaron abandonada durante todo el año, y que Eusebio antiguo tonto del pueblo y hoy recalificado, como guarda del sitio vigila durante todo  ese tiempo.

Ha abierto el bar del verano, y que es comercialmente multinacional con tres cosas a la vez pues es bar, tienda y barbería, cuando algún visitante quiere aregalarse los pelos ,porque los del villorrio se lo cortan ellos mismos y con sus cortes de pelo parecen hombres del Cromagnon. Como mostrador tiene una hilera de barriles vacíos que sirven como mesas, y  en las estantería  se ven joyas de un ayer alcohólico. El coñac terry con su maya amarilla que como funda abriga a la botella, una coca Cola del los años sesenta, y licores que ya no se recuerdan, pero tiene vino, mucho vino, que Paco el tabernero entre otros oficios, sirve en jarras de barro.

Cuando entro a mediodía, cansado del viaje,  lleno de polvo de la reseca y polvorienta carretera, saludo y me   saludan a quien no conozco porque la ultima vez que estuve, todos llevaban la mascarilla barrera facial por el Covid. y nunca les vi cara al descubierto.

¿Vaya vacaciones que te dio el gallo la ultima vez que estuviste aquí?  Me preguntan sonriendo.
Si y me fui con las ganas de liquidarlo con un predruzco en la cocorota porque no me dejo dormir en los dia que estuve aquí.

Pues ya no hay gallo, aquel se moriría, o acabo en la cazuela en alguna fiesta de Navidad. Así que ahora estarás tranquilo.
Y al  rato salgo, tengo después de varios vasos de vino calentón un subido de energías, caliente
Es todo el caldo de este sitio porque dice el Paco que la corriente que llega no tiene fuerzas para mover los motores del frigorífico. Con ganas de estar en mi cuarto y estirarme, hasta la hora que vuelva para comer. Y deseanbulo, paseo  por unas calles que siguen dormidas desde el tiempo de la Reconquista, y mi sombra va reorientando las paredes de piedras llenas de moho y lagartijas. Y allí no ha cambiado nada, desde hace años, siempre todo es lo mismo, y gracias al vecino del barrio que me deja su olvidada casa para pasar unos días, y en donde salvo el patio al que la maleza lo inunda, y lo asfixia, lo demás esta habitable. Vuelvo al bar que esta al final de las cinco o seis calles, y que acaba en una plazoleta, seguido por un perro callejero que me ha seguido, a lo lejos se ve el campanario de una iglesia que esta en ruinas, y desde cuando que robaron la campana, el cura ya no volvió a hacer la misa dominical, y debajo un cementerio, abandonado, sin reja ni muralla  y por donde corretean los rebecos y venados pastando por entre las tumbas, y la abundante maleza seca que lo inunda.

Se come lo que la buena mujer de Paco a cocinado sin las tonterías y filigranas comestibles  de la ciudad, lentejas con chorizo pan del pueblo de al lado, y el vino abundante que nunca falta.
Mucha charla entre los que suben de la ciudad, y pocas palabras entre los paisanos parroquianos del lugar. Tarde avanzada es ya cuando despidiéndome, me levante para salir, y una vez en el cuarto de una sola cama y palanganero de época, me dispongo a dormir, y en eso estaba completamente metido en las los dominios de Morfeo cuando de pronto. ¡¡¡Kikikiriquiiii? Me incorporo de la impresión. no puede ser me digo y repito, otra vez no. Habrá sido un sueño, o una mala pesadilla, un mal recuerdo, pero son las cinco de la madrugada, aun no a aclarado el alba, pero de pronto otra vez el canto que me atraviesa el cerebro y me paraliza ¡¡¡kikikiriquiiii!!! Esto no puede estar pasando, tiene que ser una pesadilla, y ya ni intento volver a dormirme porque espero un nuevo ataque a mi intranquilidad que no tarde en meterse en la habitación retumbando ¡¡kikiriquiiiiii!!!

Esto no puede estar pasando me digo, y abro la ventana y miro a la oscuridad de la calle alumbrada a los lejos en una esquina por una triste y mortecina bombilla. Nada, nadie, silencio sepulcral, y el eco de los sonidos lejanos de la noche pero mirando a la pared de enfrente, tapado por la oscuridad esta como agazapado.ee perro que me ha seguido todo el ida. Parece que sus ojos le brillan exageradamente,  son como luciérnagas en la calle , y su mirada  fija en mi despide mucha maldad, una malignidad que me sigue inclusos cuando asustado, cierro la ventana.

............CONTINUARA