Sin reservas

Ha sido un placer, muchas gracias por está noche tan especial. Cuidense mucho y nos leemos después.

Descansen

Esperaré a que despiertes...
Tus letras me fascinan.

Que tu día vaya bien, Marhta.
Esperaremos tus bellas letras.

Con Martha y Tomás este foro tendrá un progreso sin precedentes.

doonga escribió:Con Martha y Tomás este foro tendrá un progreso sin precedentes.

....y nadie más, supongo...

Doonga debe conocerte y saber que le temes a la fama.

Hola buenas tardes ‍� espero se encuentren bien.

Amanecí un poco mejor, tuve mucho trabajo. Así que mi mente no tuvo oportunidad de fugarse al pasado.

La depresión se prolongó más tiempo de lo que pensé, pero trato de mantenerme firme.

Muy bien Martha.

Vamos bien.

Mi vida está hecha de contrastes, he aprendido a ver las dos caras de la moneda. En los momentos de más éxito no pierdo de vista que otros de gran dolor me aguardan en el camino, y cuando estoy sumida en la desgracia espero el sol que saldrá más adelante.

Isabel Allende

Poco antes de quedarme dormida, mi último pensamiento fue él. Él es aquello que me niego a olvidar por temor a quedar desamparada.

Martha

He ardido en el infierno, en el infierno que yo misma soy. Porque yo he sido mi propio demonio e hice de mi vida mi propio infierno. He estado en el purgatorio, pagando mi condena y purgando todas mis culpas.
Bailando al sonido de la música que nadie podía escuchar, escuchando miradas que lo decían todo.
Evadiendo el mundo como lo conocía, huyendo de mí misma.
Lamentando la falta de amor por mí, juntando los trozos que quedaban de mí misma.
Solo yo podía salvarme y valía la pena el riesgo, valía la pena la vida.

Martha

Martha escribió:He ardido en el infierno, en el infierno que yo misma soy. Porque yo he sido mi propio demonio e hice de mi vida mi propio infierno. He estado en el purgatorio, pagando mi condena y purgando todas mis culpas.
Bailando al sonido de la música que nadie podía escuchar, escuchando miradas que lo decían todo.
Evadiendo el mundo como lo conocía, huyendo de mí misma.
Lamentando la falta de amor por mí, juntando los trozos que quedaban de mí misma.
Solo yo podía salvarme y valía la pena el riesgo, valía la pena la vida.

Martha

¿Te has dado cuenta de algo Martha? Mientras hablas de falta de amor por ti nos tienes a varios ansiosos de saberte bien, interesados en lo que escribes por lo bien que lo haces, acompañándote en tu hilo por lo reconfortante que nos sentimos en él. Algunos tenemos poquito tiempo de conocerte, pero ya te estimamos y el tiempo hará más profundo ese sentimiento. Es fácil quererte, tenlo en cuenta diario, para que des ese pequeño brinco y tengas amor por tí.

La salvación depende exclusivamente de cada uno, por eso a veces nos sentimos solos, pero no es así, aunque otros no puedan entrar en tu alma y sentir lo que sientes, si pueden caminar a tu lado y acompañarte, incluso algunos jalarte o empujarte. No se está solo aunque uno lo sienta.

La vida es bella, sin duda que es bella. A veces, al despertar, me pregunto porqué estoy vivo -no para qué-, una pregunta recurrente en mí, a veces siento esto tan monótono y triste, a veces me siento alejado del mundo, encerrado en un túnel, como el que describe Ernesto Sabato, pero aún así, dentro de ese túnel, puedo mirar al mundo, y observo rostros alegres, sonrisas, gente soñadora, amoríos de toda índole, niños jugando con su corazón inocente, y me doy cuenta que, aunque de momento no lo sienta, la vida es bella y que cada sonido, cada color, cada sabor, cada sentimiento, valen la pena vivirlos y sentirlos. Vamos, debe ser una lucha constante por salir de ese túnel y alcanzar el otro lado, el luminoso, porque es real y posible, porque muchos, muchos, la mayoría habitan de ese lado. Tal vez la vida consista en pasar al otro lado del túnel y esas imágenes felices solo sean el motor para impulsarnos a intentarlo, pero ese intento, esa ilusión y esa esperanza son las que nos deben hacer caminar.

Pero qué lindo escribe Martha.
Ojalá que nos sigas deleitando.

Parzi. No te quedas atrás.

A veces lo único que necesitamos es un poquito de atención, un poquito de amor, sentirnos comprendidos cuando algo en nuestra vida no va bien y bueno, a veces las malas rachas duran bastante tiempo. Paciencia, paciencia. Se vale estar mal, se vale llorar, y muchas veces necesitamos a alguien a nuestro lado que comprenda un poquito y con paciencia y uno de sus empujoncitos, como dice Parzi, saldremos adelante. No todos se quedan a nuestro lado, tranquila, a todos nos pasa.

En lo personal yo agradezco mucho a varias personas de este foro, que sin conocerme personalmente los considero verdaderos amigos, me han acompañado y comprendido en los momentos más tormentosos y no sé han alejado nunca de mí. Yo necia y ellos tercos. Los amo. Esto no es sólo un mundo virtual. Detrás de ese aparatito escriben personas con un corazón enorme. Hasta los que parecen "malos", también tienen su lado bueno, pero algo les duele y lamentablemente se desahogan aquí.

Martha, veamos la luz, nonono, esa no jaja la del túnel no todavía, que no tenemos prisa. Esa luz de vida, esa luz que nos indica que el camino sigue. Volveremos a ser felices.

Áaaaaaaniiimoooooo!!!

Que bellas palabras, muchas gracias a todos y cada uno de ustedes.

Es importante mencionar que a veces escribo en tiempo pasado. Es decir, de pronto puede parecer que estoy diario deprimida pero no es así.

Ahora sí me encuentro deprimida, desde hace un par de días. Pero luego volverá la calma. Y aún en calma puedo escribir con melancolía pero regularmente son reflexiones acerca de mí, recuerdos, etcétera.

Dijousmercat, Doonga y mi querido Profe me conocen y saben de lo que hablo.

Estoy en construcción pero he estado en demolición.

Pa arriba, Martha, pa arriba!!!

Un murmullo me despertó en mitad de la noche, se trataba de Dora Strauss.

Dora Strauss había huido de Berlín durante la ocupación Nazi. Me levanté y me detuve frente a la ventana que daba a un inmenso jardín, la lluvia caía sobre aquellos hermosos rosales. El viento y los relámpagos emitían sonidos dignos de una tormenta.

Dora era una anciana rubia de hermosos ojos azules, recuerdo que le cortaban las uñas porque se arrancaba pedazos de piel. Tenía muchas cicatrices.

Estaba sentada en su cama y hablaba de la guerra, parecía que lo estuviera reviviendo. Me pusé en cuclillas y tomé sus manos.

_ La guerra terminó, Dora. Eres libre. Tienes unos hijos maravillosos que se ocupan de tí, tus nietos son hermosos y tu marido fue maravilloso, un gran hombre ¿Lo recuerdas?

Dora comenzó a llorar y me dijo: tú eres Martha añadiendo mi apellido. Eres mi Amiga.

_ Así es.

Dora volvió a dormir, espere a que lo hiciera. Las lágrimas rodaron por mis mejillas, esa noche entendí muchas cosas. Esa madrugada aprendí mucho acerca de mí, a través de Dora.

La Señora Strauss y yo éramos de generaciones distintas pero teníamos algo en común: nos rompimos. Éramos seres en un millón de pedazos.

Martha

Hermoso!

Nunca olvidaré a la Señora Strauss. Ella me enseñó mucho acerca de la supervivencia, la empatía, la amistad, la familia, la resiliencia. Pero sobretodo me enseñó mucho acerca de mí. Me mostró cara a cara un mundo lleno de prejuicios.

Martha

Aprendí que el amor es espontáneo. El amor se siente o no se siente, así de fácil o así de difícil.

Mis relaciones fallidas me enseñaron mucho acerca de mí principalmente.
Al final de cada historia es lo más importante.

Descubrí nuevas habilidades y aún cuando sufrí de desamor, supe también lo que era el amor. Supe entonces mi capacidad de amar y de mi entrega.

A pesar de todo, jamás deje de creer en el amor. Como citó Erick From: el amor es un acto de fe. Y yo soy una fiel devota.

Mis historias de amor fueron caóticas, precisamente lo que no es el amor. Pero aprendí, afortunadamente aprendí y sigo aprendiendo.

Mi última relación duró alrededor de dos años y terminó hace un año, precisamente.

Recuerdo que fue un martes. Él llegó a verme como de costumbre, platicamos, reímos y cenamos juntos. Cuando recogía la mesa y lavaba los platos, él volvío de la terraza donde fumaba un cigarro.

_ Martha, ya no siento nada por ti. No sé si algún día te quise o no, no lo sé. Pero no te quiero y pienso que lo mejor es terminar la relación.

Amé mucho a ese hombre, y en algún punto llegué a creer que estaríamos juntos por siempre. No lo ví venir.

_ Lo más importante es que no me quieres. Gracias por todo.

Un silencio nos invadió. Después de mirarnos, él salió de la casa y de mi vida por completo. Me llamó por mucho tiempo para saludarme y preguntarme cómo estaba.

Una mañana, poco más de 2 meses. Me habló para saludarme, pero me sentí desconectada. No llevábamos ni 5 minutos cuando le dije: me da gusto saber que estás bien, gracias por llamar. Ahora te dejo porque tengo muchas cosas que hacer.

No volvió a llamar desde entonces. A veces pienso en él, deseo que esté bien. Ojalá sea feliz en su nueva vida.

Por mi parte, me encontraba bien en la soledad. Me gustaba mi compañía, trataba de ser feliz a pesar de mi condición. Me conocía más cada día, y ese enemigo íntimo en el que me había convertido por muchos años, hacia algún tiempo que pedía una tregua.

Recuperando poco a poco los fragmentos de mi vida.

Martha