Cosas de España: La Copla
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Cosas de España: La Copla
Si las bicicletas —alguien dijo— son para el verano por sus entretenidos paseos, como etapa del año propia para el descanso, en este verano 2022 inicio este hilo para comentar, descansado, con humor, y posiblemente con ironía que intentaré sea “fina” (filipina), acerca de la copla española, la cual yo considero más bien andaluza, pero este lugar sureño por ser de España, lo de española le cuadra, aunque en otras grandes zonas de la piel de toro sea cosa extraña.
Aparecerá, seguro, quien me diga que lo escribo con el ánimo de desprestigiar. Como siempre los errores y el mal pensamiento en algunos colocarán por encima, para que no se diga..., porque precisamente la copla, de la que tengo decenas de copias en vinilo y cd, me ha sorprendido siempre, y me ha gustado, y es que en “cuatro líneas” como se dice, quepan historias muy profundas por parte de sus autores. Mayormente son dramas femeninos, pero en ellas cabe también el drama del hombre, y, casi siempre, relacionado con el amor.
No obstante ha cambiado tanto la sociedad, la mujer se va independizando a pasos agigantados y quitándose de encima el patriarcado y la autoridad varonil sobre ella, que hay letras que poco dicen hoy en día, pero ahí están, ahí se han cantado… y se cantan. Lo importante ya no debe ser ni la música ni la letra, sino poder ver que el espíritu del dominio del hombre sobre la mujer que en ellas impera, ha dejado de funcionar. Que se queden como algo anecdótico y entre lo mucho que como sociedad debemos olvidar, entren en el baúl de los recuerdos.
Como inicio dejo esta introducción, poco a poco vendrán las coplas y mi comentario. Y espero se entienda como un entretenimiento, y, si se viera algo de burla, hay que tomarlo como un triunfo, porque la burla de existir es hacia el triste pasado de la mujer por absurdo, no al presente que lo tiene mucho más llevadero, y que la lucha siga en ellas y que al final la igualdad sea completa.
¿Coincidimos?
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Aparecerá, seguro, quien me diga que lo escribo con el ánimo de desprestigiar. Como siempre los errores y el mal pensamiento en algunos colocarán por encima, para que no se diga..., porque precisamente la copla, de la que tengo decenas de copias en vinilo y cd, me ha sorprendido siempre, y me ha gustado, y es que en “cuatro líneas” como se dice, quepan historias muy profundas por parte de sus autores. Mayormente son dramas femeninos, pero en ellas cabe también el drama del hombre, y, casi siempre, relacionado con el amor.
No obstante ha cambiado tanto la sociedad, la mujer se va independizando a pasos agigantados y quitándose de encima el patriarcado y la autoridad varonil sobre ella, que hay letras que poco dicen hoy en día, pero ahí están, ahí se han cantado… y se cantan. Lo importante ya no debe ser ni la música ni la letra, sino poder ver que el espíritu del dominio del hombre sobre la mujer que en ellas impera, ha dejado de funcionar. Que se queden como algo anecdótico y entre lo mucho que como sociedad debemos olvidar, entren en el baúl de los recuerdos.
Como inicio dejo esta introducción, poco a poco vendrán las coplas y mi comentario. Y espero se entienda como un entretenimiento, y, si se viera algo de burla, hay que tomarlo como un triunfo, porque la burla de existir es hacia el triste pasado de la mujer por absurdo, no al presente que lo tiene mucho más llevadero, y que la lucha siga en ellas y que al final la igualdad sea completa.
¿Coincidimos?
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
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Re: Cosas de España: La Copla
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YO SOY ESA
Autores: Quintero, León y Quiroga
YO SOY ESA
Autores: Quintero, León y Quiroga
Decías, mujer, que eras la luz del alba, espuma del río, candelita de oro puesta en un altar, o eso te hicieron creer. Y, quizás envuelta en un ego desmedido, te lo creíste. Lo que hicieron, pequeña tontorrona, es sacarte el jugo que necesitaban, y ahora, por tanta succión ya reseca, te sientes como un perro sin amo. Pero es que nunca debieras haberte considerado así para buscar una mano que te guiara, cuando esa mano también puede pegar y hoy vacía de sus necesidades te ha echado a la calle. ¿Acaso no conoces que hay algo llamado libertad que nos impide ataduras, vasallaje, sometimiento, y que no hay monedas en el mundo que valgan tanto como la dignidad de no prestarte al juego de nadie?
No. No lo debías de conocer. No te lo han inculcado. Y ahora en la calle, sin rumbo porque rumbo no te marcaron para cuando te abandonasen, te encojes de hombros, y ya, en lo más humillante del ser humano, te dices no tener, siquiera, nombre.
Otra vez te engañas, quien no tiene dignidad, quien carece de fuerzas para luchar por su libertad, no es una “clavellina” como pregonas, planta similar al hermoso clavel aunque de flores más pequeñas, sino una vagabunda que volviendo la cabeza camina para ver si alguien la necesita para sus deseos carnales. Dices que igual te da que te llamen Carmen, Lolilla o Pilar ¿hasta aquí tu falta de dignidad, de grandeza, de autoestima? Pregonas que como quieran llamarte te has de conformar, que no tienes nombre, que no eres nada.
Dices que a nadie le interesas —¡pobre mujer!—, y que mientes cuando besas, y sabes, perfectamente, que de ti nadie quiere ya un beso, pero además, y no lo tomes a mal, sino como un consejo de que te muestres valiente, bravía, encorajinada, no te creas que eres “la perdición de los hombres” no me seas arrogante en tu miseria. Tú, la sin nombre, no pierdes a nadie, te pierdes a ti misma, y si quieres seguir siendo ESA, es tu decisión, pero hay muchos caminos por recorrer, más libres, más dispuestos para el valor y no la entrega humillante con la que has vivido, por creerte, y perdóname hora “tonta del culo”, que eras la luz del alba, espuma del río, candelita de oro puesta en un altar. No eras nada más que un objeto de goce, hoy ni eso.
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No. No lo debías de conocer. No te lo han inculcado. Y ahora en la calle, sin rumbo porque rumbo no te marcaron para cuando te abandonasen, te encojes de hombros, y ya, en lo más humillante del ser humano, te dices no tener, siquiera, nombre.
Otra vez te engañas, quien no tiene dignidad, quien carece de fuerzas para luchar por su libertad, no es una “clavellina” como pregonas, planta similar al hermoso clavel aunque de flores más pequeñas, sino una vagabunda que volviendo la cabeza camina para ver si alguien la necesita para sus deseos carnales. Dices que igual te da que te llamen Carmen, Lolilla o Pilar ¿hasta aquí tu falta de dignidad, de grandeza, de autoestima? Pregonas que como quieran llamarte te has de conformar, que no tienes nombre, que no eres nada.
Dices que a nadie le interesas —¡pobre mujer!—, y que mientes cuando besas, y sabes, perfectamente, que de ti nadie quiere ya un beso, pero además, y no lo tomes a mal, sino como un consejo de que te muestres valiente, bravía, encorajinada, no te creas que eres “la perdición de los hombres” no me seas arrogante en tu miseria. Tú, la sin nombre, no pierdes a nadie, te pierdes a ti misma, y si quieres seguir siendo ESA, es tu decisión, pero hay muchos caminos por recorrer, más libres, más dispuestos para el valor y no la entrega humillante con la que has vivido, por creerte, y perdóname hora “tonta del culo”, que eras la luz del alba, espuma del río, candelita de oro puesta en un altar. No eras nada más que un objeto de goce, hoy ni eso.
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
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Re: Cosas de España: La Copla
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MADRINA
Autores: Quintero, León y Quiroga
No quisiera, señor mía, ser duro con usted, pero sí debiera hacerse una reflexión, y situarse y situar al maletilla cada uno en su justo lugar.
Usted mujer ganadera, rica, entrada en años, y él un muchacho lleno de ilusiones de triunfar en los ruedos... Que humildemente se dirigiera a usted intentando tocar la fibra sensible de su corazón, —su buen corazón duquesa, le dijo— para alcanzar la figura torera de sus sueños, no le indicaba otra cosa a la que usted se ha entregado, y engañado.
No cabe duda que mujer ya madura, desilusionada de amoríos o con necesidad de ellos, no entendiera la verdad de sus palabras. El maletilla le pedía un favor, nada más. Sí, sí… con esa voz varonil que la atormentó desde el primer día, pero se ha creado usted falsas expectativas y absurdas ilusiones.
Precipitada fue usted pidiendo le entregasen de inmediato dos erales para sus entrenamientos y que iba a apoderarle en ese mundo tan cerrado como es la tauromaquia. Buen detalle el suyo, si lo hubiese hecho no pensando en recompensas amorosas y sí y solo en la ayuda al prójimo, pero con ello no lo compraba. Quizás la gente de su poder, debiera entender que no todo el mundo se vende, la dignidad y el orgullo también está dentro del pobre.
Mire señora, el jovenzuelo tiene esa edad que encandilará a las jovenzuelas, y entre ellas, no le quepa duda encontrará su destino, pero no a su lado. Como mucho, y debiera estar contenta, él la considerará “su madrina” con agradecimiento, por la ayuda inicial, por ser su apoderada, cosa por cierto que le reporta a su ya gran riqueza un gran aumento, pero nada más.
Entiendo que usted no olvide que aquella tarde, él, por unos ojos jóvenes que lo miraban desde la barrera, un astado, precisamente de su divisa, sembró de roja amapola su estampa torera. ¡Qué emotiva su oración, señora! “Si se salva, Padre mío —oraba asida a su eterno rosario—, en silencio seguiré, en sus manos confiaba al ser el Cristo del Gran Poder”.
Pero hoy, nuevamente, por esas arenas viste de luces, y usted su caudal de pena llora entre cruces.
Hoy usted se siente, en vez de un jardín de rosas, un zarzal de espinas, y se duele en el alma que el hombre (un chiquillo casi) del que locamente se ha enamorado, solo le llame MADRINA. Resígnese, que otra cosa no debiera ser.
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MADRINA
Autores: Quintero, León y Quiroga
No quisiera, señor mía, ser duro con usted, pero sí debiera hacerse una reflexión, y situarse y situar al maletilla cada uno en su justo lugar.
Usted mujer ganadera, rica, entrada en años, y él un muchacho lleno de ilusiones de triunfar en los ruedos... Que humildemente se dirigiera a usted intentando tocar la fibra sensible de su corazón, —su buen corazón duquesa, le dijo— para alcanzar la figura torera de sus sueños, no le indicaba otra cosa a la que usted se ha entregado, y engañado.
No cabe duda que mujer ya madura, desilusionada de amoríos o con necesidad de ellos, no entendiera la verdad de sus palabras. El maletilla le pedía un favor, nada más. Sí, sí… con esa voz varonil que la atormentó desde el primer día, pero se ha creado usted falsas expectativas y absurdas ilusiones.
Precipitada fue usted pidiendo le entregasen de inmediato dos erales para sus entrenamientos y que iba a apoderarle en ese mundo tan cerrado como es la tauromaquia. Buen detalle el suyo, si lo hubiese hecho no pensando en recompensas amorosas y sí y solo en la ayuda al prójimo, pero con ello no lo compraba. Quizás la gente de su poder, debiera entender que no todo el mundo se vende, la dignidad y el orgullo también está dentro del pobre.
Mire señora, el jovenzuelo tiene esa edad que encandilará a las jovenzuelas, y entre ellas, no le quepa duda encontrará su destino, pero no a su lado. Como mucho, y debiera estar contenta, él la considerará “su madrina” con agradecimiento, por la ayuda inicial, por ser su apoderada, cosa por cierto que le reporta a su ya gran riqueza un gran aumento, pero nada más.
Entiendo que usted no olvide que aquella tarde, él, por unos ojos jóvenes que lo miraban desde la barrera, un astado, precisamente de su divisa, sembró de roja amapola su estampa torera. ¡Qué emotiva su oración, señora! “Si se salva, Padre mío —oraba asida a su eterno rosario—, en silencio seguiré, en sus manos confiaba al ser el Cristo del Gran Poder”.
Pero hoy, nuevamente, por esas arenas viste de luces, y usted su caudal de pena llora entre cruces.
Hoy usted se siente, en vez de un jardín de rosas, un zarzal de espinas, y se duele en el alma que el hombre (un chiquillo casi) del que locamente se ha enamorado, solo le llame MADRINA. Resígnese, que otra cosa no debiera ser.
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
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Re: Cosas de España: La Copla
Me gusta la Copla.
Tal vez porque un poco sin querer, hemos consumido mucho el glamour visual de alguna cantora y bailaora andaluza.
Tal vez porque a pesar del tiempo transcurrido y la mezcla de poblaciónes, por nuestras raices de alguna forma sigue navegando algun gen español.
O tal vez, simplemente porque la Copla es bonita.
Y ya.
Tal vez porque un poco sin querer, hemos consumido mucho el glamour visual de alguna cantora y bailaora andaluza.
Tal vez porque a pesar del tiempo transcurrido y la mezcla de poblaciónes, por nuestras raices de alguna forma sigue navegando algun gen español.
O tal vez, simplemente porque la Copla es bonita.
Y ya.
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La vida es realmente simple, pero insistimos en complicarla.
Zulita- Mensajes : 1425
Fecha de inscripción : 24/06/2022
Localización : Allá lejos y hace tiempo....
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Re: Cosas de España: La Copla
TÚ ERES MI MARÍO (esposo)
Autores: Quintero, León y Quiroga
Le preguntas por qué inclina la cabeza cuando llega a la mes sin mirate cara a cara. Que en qué cavila y en dónde está. Intuyes, mujer que tras ello hay remordimiento, que te oculta un delito que no quiere confesar.
¿A qué llamarle “alma mía” mujer? Si desprecia con grave gesto tu comida, y le toma la tez el color amarillo cuando mira el cuchillo, como si le diera espanto de una mala tentación. Y tú, perdóname bobalicona, le das su cigarro puro, y le dices que salga a lucir su garbo, que lo miren las niñas bonitas porque “lo tienes seguro”. Es tu marido.
Que ayer, como tantos otros días, al llegar a las tantas a tu casa te dijera que era cosa de estar con los amigos, tú se lo crees. ¡Todo lo comprendes! Eres la más dichosa de las mujeres porque lo tienes. Sí, bajo tu techo, para guisarle, para lavarle los gayumbos, para encenderle el cigarro, para… porque “es tu marido”.
Le quitas toda culpa cuando al dirigirse a ti te llama con otro nombre de mujer. Tú decides, y sabes, por muy marido tuyo que lo sea por unas leyes, que no lo es porque te quiera, ni te necesite para mucho. No suspira por ti, por mucho que te ilusiones. Y encima, que ya hay que ser tonta, dices que merecerías un castigo si dudaras de él ¿pero qué más quieres ver para entender que ya para él no eres nada? ¡Ah! Y lo del olor a perfume extraño en él y en sus ropas, las que le lavas con tanto cariño, perfume que en tu casa no usas, lo encuentras como normal, y mujer estúpida, crees que él se lo pone para ponerte a prueba ¿a prueba de qué? Eres tan necia que serías capaz de entregar tu tálamo para que con la otra, u otras, lo usara en tu presencia. Ojo, y eso no tardará mucho...
¡Hasta esos arañazos que muestra en su cara, los achacas a su mal barbero que le afeita mal. Vale, mujer tonta, te mereces lo que hace contigo, tomarte como un monigote que le guisa ese guiso que le gusta, que le tiene guardado para cuando llegue ese cigarro puro, que le pones esmeradamente las zapatillas no se encoja si se agacha un poco para colocárselas. Dale ese vasito de vino y córtale las lonchas de jamón a un tamañito adecuado para que no se atragante. Cuídalo muy bien, mantenlo fresco y agradable, que las otras, las que lo disfrutan, te lo agradecerán.
Eso sí, él es tu marido, y eso, al parecer, para ti tiene un precio. Pues lo pagas y a callar.
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¿A qué llamarle “alma mía” mujer? Si desprecia con grave gesto tu comida, y le toma la tez el color amarillo cuando mira el cuchillo, como si le diera espanto de una mala tentación. Y tú, perdóname bobalicona, le das su cigarro puro, y le dices que salga a lucir su garbo, que lo miren las niñas bonitas porque “lo tienes seguro”. Es tu marido.
Que ayer, como tantos otros días, al llegar a las tantas a tu casa te dijera que era cosa de estar con los amigos, tú se lo crees. ¡Todo lo comprendes! Eres la más dichosa de las mujeres porque lo tienes. Sí, bajo tu techo, para guisarle, para lavarle los gayumbos, para encenderle el cigarro, para… porque “es tu marido”.
Le quitas toda culpa cuando al dirigirse a ti te llama con otro nombre de mujer. Tú decides, y sabes, por muy marido tuyo que lo sea por unas leyes, que no lo es porque te quiera, ni te necesite para mucho. No suspira por ti, por mucho que te ilusiones. Y encima, que ya hay que ser tonta, dices que merecerías un castigo si dudaras de él ¿pero qué más quieres ver para entender que ya para él no eres nada? ¡Ah! Y lo del olor a perfume extraño en él y en sus ropas, las que le lavas con tanto cariño, perfume que en tu casa no usas, lo encuentras como normal, y mujer estúpida, crees que él se lo pone para ponerte a prueba ¿a prueba de qué? Eres tan necia que serías capaz de entregar tu tálamo para que con la otra, u otras, lo usara en tu presencia. Ojo, y eso no tardará mucho...
¡Hasta esos arañazos que muestra en su cara, los achacas a su mal barbero que le afeita mal. Vale, mujer tonta, te mereces lo que hace contigo, tomarte como un monigote que le guisa ese guiso que le gusta, que le tiene guardado para cuando llegue ese cigarro puro, que le pones esmeradamente las zapatillas no se encoja si se agacha un poco para colocárselas. Dale ese vasito de vino y córtale las lonchas de jamón a un tamañito adecuado para que no se atragante. Cuídalo muy bien, mantenlo fresco y agradable, que las otras, las que lo disfrutan, te lo agradecerán.
Eso sí, él es tu marido, y eso, al parecer, para ti tiene un precio. Pues lo pagas y a callar.
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
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Re: Cosas de España: La Copla
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Y SIN EMBARGO TE QUIERO
Autores: Quintero, Rafel y Quiroga
Y SIN EMBARGO TE QUIERO
Autores: Quintero, Rafel y Quiroga
Tú misma lo vas pregonando, que te lo advirtieron más de mil veces, que ya son advertencias, pero nunca le pusiste atención. Reconócelo también, te creías muy lista.
Y, naturalmente, después de la calma llegó la tormenta, y con ella los llantos cuando ya estaba tan dentro de tu corazón, que expulsarlo era imposible. Así es el amor… el amor ciego
Lo esperabas hasta muy tarde, y ningún reproche por el abandono le hacías. Tontorrona tú, te conformabas con preguntarle si te quería. ¿Que te iba a responder si le planchabas las camisa tras dejar ese blanco impoluto tras sus lavadas? A veces, y lo sabes, llegadas a tu casa con manchas de carmín del color que no usas..., que ya ninguno usas, bobalicona.
Decías: te quiero más que a mis ojos (pero qué tonta), te quiero más que a mi vida (tonta por duplicado) más que al aire que respiro, y más que a la madre mía (esto, tras los desprecios que te hacíaa, diría que es un sacrilegio).
Y seguías: Que se me paren los pulsos si te dejo de querer, y pedías que las campanas sonaran a muerto si le faltabas alguna vez. ¿Alguna vez? Y él te faltaba noche sí, noche también… ¿No tienes dignidad humana? Más que la muerte debieras pedir un poco de coraje, de coraje femenino, si me apuras...
Vale que él es tu vida, pero también tu muerte, y por supuesto que no debieras sentir por él ningún cariño, que no debieras de quererle salta a la vista, pero imbécil, tú sabes que vive con unas y otras, que tú solo eres su lavandera, su planchadora, que si estás sola o acompañada le importas bien poco, lo que quiere es que al llegar, esa cama que solo le sirve para descansar de sus juergas nocturnas, la tengas bien mullidita, la habitación bien fresca y sin luz que le moleste, y tú fuera de ella, que en la cocina tienes los tomates, el pimiento y el ajo junto al pepino, para hacerle un buen gazpacho andaluz.
Y ahora me cuentas lo del hijo. Como si a él esto le importase, y tú, pedazo de albaricoque, en vez de acunarlo con cariño, olvidando que tiene un padre que caso ni le hace, cántale una nana, pero de las de verdad, de esas nanas que hacen bien dormir a los niños, y no le vengas con las historias de su mal padre, que la criatura no debe conocer, ni su canallada, ni que tiene una madre completamente imbécil. No me das lástima, me la da tu pobre hijo...
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Y, naturalmente, después de la calma llegó la tormenta, y con ella los llantos cuando ya estaba tan dentro de tu corazón, que expulsarlo era imposible. Así es el amor… el amor ciego
Lo esperabas hasta muy tarde, y ningún reproche por el abandono le hacías. Tontorrona tú, te conformabas con preguntarle si te quería. ¿Que te iba a responder si le planchabas las camisa tras dejar ese blanco impoluto tras sus lavadas? A veces, y lo sabes, llegadas a tu casa con manchas de carmín del color que no usas..., que ya ninguno usas, bobalicona.
Decías: te quiero más que a mis ojos (pero qué tonta), te quiero más que a mi vida (tonta por duplicado) más que al aire que respiro, y más que a la madre mía (esto, tras los desprecios que te hacíaa, diría que es un sacrilegio).
Y seguías: Que se me paren los pulsos si te dejo de querer, y pedías que las campanas sonaran a muerto si le faltabas alguna vez. ¿Alguna vez? Y él te faltaba noche sí, noche también… ¿No tienes dignidad humana? Más que la muerte debieras pedir un poco de coraje, de coraje femenino, si me apuras...
Vale que él es tu vida, pero también tu muerte, y por supuesto que no debieras sentir por él ningún cariño, que no debieras de quererle salta a la vista, pero imbécil, tú sabes que vive con unas y otras, que tú solo eres su lavandera, su planchadora, que si estás sola o acompañada le importas bien poco, lo que quiere es que al llegar, esa cama que solo le sirve para descansar de sus juergas nocturnas, la tengas bien mullidita, la habitación bien fresca y sin luz que le moleste, y tú fuera de ella, que en la cocina tienes los tomates, el pimiento y el ajo junto al pepino, para hacerle un buen gazpacho andaluz.
Y ahora me cuentas lo del hijo. Como si a él esto le importase, y tú, pedazo de albaricoque, en vez de acunarlo con cariño, olvidando que tiene un padre que caso ni le hace, cántale una nana, pero de las de verdad, de esas nanas que hacen bien dormir a los niños, y no le vengas con las historias de su mal padre, que la criatura no debe conocer, ni su canallada, ni que tiene una madre completamente imbécil. No me das lástima, me la da tu pobre hijo...
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
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Re: Cosas de España: La Copla
CON DIVISA VERDE Y ORO
Autores: Quintero, Rafael y Quiroga
Era él, pues así le cantabas, un chiquillo de Osuna que quería ser torero, y asegurabas que llegó a ti en un rayo de luna del mes de enero. Y tú, ganadera salmantina, le creíste cuando te aseguraba que te nombraba por madrina, y si un día conseguía dinero y cartel “pongo a Dios por testigo que me caso con usted” ¡Qué bobas sois algunas mujeres! Olés en las tientas, un duende en tus venas, y por su valentía, te decía así y le creías:
Ganadera con divisa verde y oro, ten cuidado, que el amor no te sorprenda como el toro desmadrado. Por tu acento y tu apellido, se te guarda devoción, y un clavel en tu vestido llamaría la atención. En tus ojos se adivinaba, la locura de un “te adoro”, pero has de ser como una encina, ganadera salmantina, con divisa verde y oro.
Ya es un torero de fama, y placea por los mejores redondeles de las Españas, que era lo que perseguía, y es su pasión una llama que te ronda noche y día. Por tres veces te ha pedido que lo tomes por marido, y tres veces has dicho “no” y la causa está en Osuna, una morenita de color de la aceituna que por ti se le olvidó. Y son, en tus noches de penas mortales, cuchillos de coplas que cantan tus mayorales: “Ganadera salmantina, con divisa verde y oro, dueña mía, cuánto diera por salvarte de ese toro de agonía. Con tu hacienda y tu apellido ya te sobra en qué pensar, y hasta el luto del vestido te lo debes de quitar, porque así no se adivina que enterraste un “te adoro” bajo el tronco de una encina, ganadera salmantina, con divisa verde y oro”.
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Ganadera con divisa verde y oro, ten cuidado, que el amor no te sorprenda como el toro desmadrado. Por tu acento y tu apellido, se te guarda devoción, y un clavel en tu vestido llamaría la atención. En tus ojos se adivinaba, la locura de un “te adoro”, pero has de ser como una encina, ganadera salmantina, con divisa verde y oro.
Ya es un torero de fama, y placea por los mejores redondeles de las Españas, que era lo que perseguía, y es su pasión una llama que te ronda noche y día. Por tres veces te ha pedido que lo tomes por marido, y tres veces has dicho “no” y la causa está en Osuna, una morenita de color de la aceituna que por ti se le olvidó. Y son, en tus noches de penas mortales, cuchillos de coplas que cantan tus mayorales: “Ganadera salmantina, con divisa verde y oro, dueña mía, cuánto diera por salvarte de ese toro de agonía. Con tu hacienda y tu apellido ya te sobra en qué pensar, y hasta el luto del vestido te lo debes de quitar, porque así no se adivina que enterraste un “te adoro” bajo el tronco de una encina, ganadera salmantina, con divisa verde y oro”.
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
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Re: Cosas de España: La Copla
EL HIJO DEL GANADERO
No entendiste que el patriarcado ya está obsoleto, que los hijos deben vivir su vida, y no las que los padres quieran. Y él, tu hijo, por mucho que le obligaras no quería ser torero, ya que carecía de ganas, de valentía y corazón. Y tenía otras ambiciones.
Pero era tanta tu insistencia, tanto intentar tocar la fibra más sensible de su orgullo y dignidad, restregándole la palabra cobarde, que falto de ganas de ser un matarife en una plaza de toros, pues tenía otras expectativas para él más felices, un día se revistió de valor, y asiendo un capote torero, con él mil filigranas bordó.
La gente aplaudía, y tú ¡qué orgulloso!, mirabas al público y con altanería gritabas: “¡Olé, olé, chiquillo mío. Rayito desprendido del sol de Andalucía. Arrímate a la fiera, que aquí estoy yo, a tu vera, para defender tu vida” Y como loco continuabas: “Que se calle el graderío y que sepa el mundo entero, que está honrando mi apellido, el hijo del ganadero”. Porque no seamos hipócritas, eso era lo que ambicionabas, que se te reconociera a ti como el padre, no a él como torero.
“Mi niño es el más torero —decías con vanidad—: “mi niño”, tu posesión, tu obra… Pero una tarde de toros, en las astas de un mal toro, clavado quedó el chaval. Y sangrando, y ya entregándose al viaje a la otra vida, él, tu niño, tu obra, tu posesión, tuvo el arrojo de mirate a la cara en esos ojos que ya no transmitían luz, y en su voz apagada así te decía: “Ya tienes lo que quería, padre, no vayas ahora cobardemente a llorar, y dí con la altanería de siempre, que he muerto de una corná”
Y el padre, ante el hijo traspasado por un asta puntiaguda y sangrando a borbotones, ahora lloraba sin desconsuelo, pues el remordimiento lo mortificaba. Y sin embargo, aún, insensatamente miraba al tendido y repetía: “Que se calle el graderío y que sepa el mundo entero, que está honrando mi apellido, el hijo del ganadero”.
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Pero era tanta tu insistencia, tanto intentar tocar la fibra más sensible de su orgullo y dignidad, restregándole la palabra cobarde, que falto de ganas de ser un matarife en una plaza de toros, pues tenía otras expectativas para él más felices, un día se revistió de valor, y asiendo un capote torero, con él mil filigranas bordó.
La gente aplaudía, y tú ¡qué orgulloso!, mirabas al público y con altanería gritabas: “¡Olé, olé, chiquillo mío. Rayito desprendido del sol de Andalucía. Arrímate a la fiera, que aquí estoy yo, a tu vera, para defender tu vida” Y como loco continuabas: “Que se calle el graderío y que sepa el mundo entero, que está honrando mi apellido, el hijo del ganadero”. Porque no seamos hipócritas, eso era lo que ambicionabas, que se te reconociera a ti como el padre, no a él como torero.
“Mi niño es el más torero —decías con vanidad—: “mi niño”, tu posesión, tu obra… Pero una tarde de toros, en las astas de un mal toro, clavado quedó el chaval. Y sangrando, y ya entregándose al viaje a la otra vida, él, tu niño, tu obra, tu posesión, tuvo el arrojo de mirate a la cara en esos ojos que ya no transmitían luz, y en su voz apagada así te decía: “Ya tienes lo que quería, padre, no vayas ahora cobardemente a llorar, y dí con la altanería de siempre, que he muerto de una corná”
Y el padre, ante el hijo traspasado por un asta puntiaguda y sangrando a borbotones, ahora lloraba sin desconsuelo, pues el remordimiento lo mortificaba. Y sin embargo, aún, insensatamente miraba al tendido y repetía: “Que se calle el graderío y que sepa el mundo entero, que está honrando mi apellido, el hijo del ganadero”.
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
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Re: Cosas de España: La Copla
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VINO AMARGO
Autor: Ricardo Freire González
VINO AMARGO
Autor: Ricardo Freire González
Pues sí, amigo, aquí me ves, bebiendo de este vaso rebosante de vino amargo. ¿Y por qué me preguntas? Por culpa de una mujer. Y es que dentro de mí llevo, aunque no lo aparente, la amargura de un querer.
Sé que en tu intento de tocar la guitarra, esperas alegrarme, pero a mí, toques lo que toques, a llanto las notas me suenan, y cada nota que sale de ella me desgarra el alma como una pena.
Sí, amigo. Bebo vino amargo que no da alegría, y aunque me emborrache con él, no la puedo olvidar, y porque la recuerdo dame más vino amargo, que amargue, que amargue mi vida para quererla más y más.
Ni con vino, ni con los sones alegres de tu guitarra, amigo, yo alegre me he de poner, y aunque contigo vaya de farra, entre sueños la he de ver. Palabras se lleva el viento, como al espuma se lleva el mar, pero queda el sentimiento, cuando tanto se ha querido y no hay correspondencia. Llena, por favor, otra vez el vaso de vino amargo.
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Sé que en tu intento de tocar la guitarra, esperas alegrarme, pero a mí, toques lo que toques, a llanto las notas me suenan, y cada nota que sale de ella me desgarra el alma como una pena.
Sí, amigo. Bebo vino amargo que no da alegría, y aunque me emborrache con él, no la puedo olvidar, y porque la recuerdo dame más vino amargo, que amargue, que amargue mi vida para quererla más y más.
Ni con vino, ni con los sones alegres de tu guitarra, amigo, yo alegre me he de poner, y aunque contigo vaya de farra, entre sueños la he de ver. Palabras se lleva el viento, como al espuma se lleva el mar, pero queda el sentimiento, cuando tanto se ha querido y no hay correspondencia. Llena, por favor, otra vez el vaso de vino amargo.
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
Fecha de inscripción : 24/06/2021
Edad : 88
Re: Cosas de España: La Copla
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ARRIEROS SOMOS
Autor: Cuco Sánchez
ARRIEROS SOMOS
Autor: Cuco Sánchez
Mira, gitana, gastas de la ironía, y lo sabes, con lo de darle la enhorabuena, y además, decirle que ha tenido buen gusto en dejarte a ti por esa señorita, paya. Y encima le llamas rumboso que presume de apellido.
Dices que ella es muy bonita, y que además es una señorita, muy diferente a ti, tú gitana canastera piedra de todos los caminos. Y ahora maldices tus labios por los besos que le diste, y maldices otra vez, cosa tan habitual en ti como gitana, la hora en que lo conociste.
Y al final te sale la vena del intenso odio de verte abandonada, para rogar verlo ir de cancela a zaguán, y que nadie le socorra ni con un cachito de pan. Y luego lo amenazas diciendo que de esta cuentecita en paz quedaremos, que la venganza la usarás tan pronto puedas, ya que tarde o temprano, como arrieros, en el caminito os encontraréis.
Pides verle pidiendo caridad por los umbrales, para decirle: “Anda, ve y que Dios te ampare”, y sigues en ese odio que te nubla el alma, que el día en que lo veas muerto, pondrás por toda Sevilla banderas y luminarias.
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Dices que ella es muy bonita, y que además es una señorita, muy diferente a ti, tú gitana canastera piedra de todos los caminos. Y ahora maldices tus labios por los besos que le diste, y maldices otra vez, cosa tan habitual en ti como gitana, la hora en que lo conociste.
Y al final te sale la vena del intenso odio de verte abandonada, para rogar verlo ir de cancela a zaguán, y que nadie le socorra ni con un cachito de pan. Y luego lo amenazas diciendo que de esta cuentecita en paz quedaremos, que la venganza la usarás tan pronto puedas, ya que tarde o temprano, como arrieros, en el caminito os encontraréis.
Pides verle pidiendo caridad por los umbrales, para decirle: “Anda, ve y que Dios te ampare”, y sigues en ese odio que te nubla el alma, que el día en que lo veas muerto, pondrás por toda Sevilla banderas y luminarias.
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EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
Fecha de inscripción : 24/06/2021
Edad : 88
Re: Cosas de España: La Copla
Una frase muy mexicana, no se si de otros lares.
_________________
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Giordano Bruno de Nola- Mensajes : 37761
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Edad : 66
Localización : México
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