Teoría cosmológica imperial.

Nota: como no supe dónde colocar este tema, lo puse aquí. ... y qué jué.

Teoría cosmológica imperial.
10-2014
Disculpen los chilenismos, pero para mi son inevitables.


No explicaré el origen del nombre de la teoría porque me avergüenza.

Después de haber leído tanta cabeza de pescado, hasta el extremo de fermentar una suerte de autopollesis intelectual, donde cada nuevo amanecer resulta más antiguo que el anterior, hasta que todo termina en una involución que converge necesariamente en la  gran manifestación imperial cósmica, que es donde todo comienza.

Hablar de "antes del comienzo" es una aberración metafísica que se ha escuchado decir. Digo aberración ya que no existe tal cosa como "antes del comienzo".

Por eso me gustaría exclamar, al unísono con juan el evangelista, "al comienzo"…  

Al comienzo ocurre el comienzo, y, paradojalmente, el comienzo ocurre al comienzo.

Ahí ya tenemos el primer punto de coincidencia de mi teoría cosmológica imperial con las Sagradas Escrituras, y en un asunto clave: "al comienzo".

Por algo el evangelio mencionado comienza por el comienzo, o, para los puristas, comienza en el principio.

Comienzo o principio, el principio es que el comienzo ocurre al principio, y no antes.

Digerido lo anterior, puedo proceder a enunciar los tres grandes principios de la cosmología imperial.

Primer principio imperial: "el comienzo comienza al comienzo".
Segundo principio imperial: "el comienzo comienza por el comienzo",
Tercer principio imperial: "esto se sabe desde el comienzo".

El primer principio es obvio, y el segundo también. El tercero resulta menos obvio, pero eso no importa. Total, los principios son principios por la única razón de ser indiscutibles: y esto también se sabe desde el comienzo.

Despejado el problema metafísico, de cuándo ocurre el gran evento cosmológico imperial, hay que elucubrar cómo fue, porque de que fue, fue.

Me intuyó eso de Hawking, de que el espacio es energía negativa (no entiendo por qué una cosa tan obvia no se me ocurrió a mí).

Todos pensamos que sabemos lo que es el espacio. Entonces, dejémoslo ahí.

Quedémonos con la creencia, ya que da lo mismo lo que el espacio es o no es, salvo que es energía negativa.

Dice Hawking que el espacio es energía negativa, la que debe tener su dual que es la energía positiva.

Se podría interpretar como una suerte de crédito hipotecario. Quedamos debiendo el espacio que ocupamos.

El día que queramos, devolvemos algo de espacio, y, obviamente, devolvemos también la energía que lo ocupa: en otras palabras no devolvemos nada. Todo queda igual.

Algo más estrecho, algo más pobre, pero a la postre, igual.

También hay que considerar que, la energía no puede existir si no existe el espacio: algo como el vino. El vino no puede existir si es que no existen los odres, sean éstos odres humanos o de cuero de cabra. Esa es la dualidad vino/odre: así de simple.

Y, adelantándonos a lo que viene, se puede establecer que el odre es anterior al vino, pues de lo contrario, el vino estaría todo derramado.

Coincide esto también con las Sagradas Escrituras, donde antes estaba la jarra, que luego Jesús llenó de vino. Hay que considerar que la jarra estaba llena de agua,  porque, si la jarra no hubiese contenido nada habría dejado de ser jarra. Ya lo sé, el ejemplo es algo débil, ya que la jarra no fue creciendo con la sed de los comensales, al contrario del espacio, que crece con el apetito de la energía.

Un odre pequeño almacena poco vino. Un odre grande, mucho. Obvio, pero relevante.

Volvamos a la cosmología

Aplicamos el principio #1: el espacio existe al comienzo
Principio #2: la energía proviene del espacio, desde el comienzo
Principio #3: esto se sabe en el comienzo.

Una forma de decirlo sería que la Energía es el yang y el espacio el ying.

Digo espacio es el ying, porque es receptivo, y puede, por tanto, contener el yang, que es lo creativo.

Y claro, de la energía, luego salen los planetas, y en los planetas, las lombrices: pura creatividad, la cual, naturalmente, debe guardarse en una botella contenedora, que resulta ser el espacio, tal como el vino que se guarda en un odre.

Según Hawking, el espacio es energía negativa, y la energía es energía positiva (obvio, por suerte).

Y el espacio más la energía suman cero.

Y debe ser cero, porque no es lógico que una teoría cosmológica produzca un resultado, o que tenga algún valor. Por ejemplo, si el espacio más la energía sumasen uno: una teoría que vale uno no vale ninguno.

Y si suman cero, quiere decir que ni se notan.
 
Y, de ser así, de repente, bim (el Small Bang) un peíto de energía en un pelito de espacio, cuando ambos valían cero. Un pelito así de chico. Muy, pero muy chico. [Ya lo sé. No se puede decir eso de que "valían", porque no existe; por la misma razón que no se puede decir "de repente". Aquí, "de repente" está siendo utilizado de manera metafórica, ya que no hay otra forma de decirlo, al igual que eso de que "valían".].

En el comienzo es el espacio infinitesimal, que entonces no existe, sino en el comienzo. Y cómo no, desde el comienzo. Y el espacio engorda en la medida que eructa la energía, de la cual es ávido, para poder engordar. Y eructa su gordura, engordando así de rápido. Ahora si se puede hablar de tiempo, ya que ahora existe el espacio: ahí comienza ya que, como todo comienzo comienza al comienzo y en el comienzo.

Y ahí comienza…. Y que fue.

Nuevamente, pero esta vez referenciando lo dogmático de nuestros credos, se puede observar una simetría topológica perfecta entre los tres principios cósmicos imperiales y el credo de Nicea (con su posterior modificación).

A saber:
Al comienzo existe el padre, quién, al comienzo y desde el comienzo engendra al hijo, y es, a la vez, la consciencia, todo al comienzo y desde el comienzo, pero a partir del comienzo. ¿Me explico? -Y qué importancia tendría entender o no entender la cosa.

Total igual no se entiende.

A menos que estés a la luz de los tres principios imperiales.

Claro que la consciencia, la paladina de la iluminación, es clave en todo.
Conforme al tercer principio imperial, todo se sabe en el comienzo, principio que queda con ésto, satisfecho.

En resumen, y abreviando, tanto los tres principios imperiales, como el credo de Nicea dan la clave:

Y espeten las tres imperiales cosmológicas:

1° imperial: "el comienzo comienza al comienzo" - Sin espacio, imposible comenzar
2° imperial: "el comienzo comienza por el comienzo" - Sin energía, no pasa nada
3° imperial: "esto se sabe desde el comienzo" - Sin consciencia, no pasa nada aunque pase algo.


El resto corresponde a las cabezas de pescado mencionadas al comienzo de este escrito, o, si se prefiere, al principio.

Y como todos pensamos que conocemos este cuento, resulta que, por ese mismo motivo, se demuestra a sí mismo.

Y de ahí salimos nosotros.
Qué asco, pero es la pura verdad…


Tanta vuelta para tan poca cosa.

Pero qué pragmático te leo, mi querido Doonguita!!

Y la nada? Ehh? Dónde anda la nada? Anda? Ande?

Un resumen, o algo?

MagAnna escribió:
Pero qué pragmático te leo, mi querido Doonguita!!

Y la nada? Ehh? Dónde anda la nada? Anda? Ande?  

Bueno, todo esto salió de la nada: de eso se trata la teoría cósmica imperial, ja ja.

En todo caso, no me negarás que cuadra perfectamente con el credo de Nicea:
solo que este último es mas correcto políticamente.

doonga escribió:

MagAnna escribió:
Pero qué pragmático te leo, mi querido Doonguita!!

Y la nada? Ehh? Dónde anda la nada? Anda? Ande?  

Bueno, todo esto salió de la nada: de eso se trata la teoría cósmica imperial, ja ja.

En todo caso, no me negarás que cuadra perfectamente con el credo de Nicea:
solo que este último es mas correcto políticamente.

Eres tremendo!!
Ok. Admito que cuadra impecablemente (siendo estirado con pinzitas y por los 4 costados).
Pero me gusta más la otra versión, porque tiene vertientes más misteriosas, y ya sabes que me encantan los misterios...
Es que sino, es demasiado fácil!

MagAnna escribió:

doonga escribió:

MagAnna escribió:
Pero qué pragmático te leo, mi querido Doonguita!!

Y la nada? Ehh? Dónde anda la nada? Anda? Ande?  

Bueno, todo esto salió de la nada: de eso se trata la teoría cósmica imperial, ja ja.

En todo caso, no me negarás que cuadra perfectamente con el credo de Nicea:
solo que este último es mas correcto políticamente.

Eres tremendo!!
Ok. Admito que cuadra impecablemente (siendo estirado con pinzitas y por los 4 costados).
Pero me gusta más la otra versión, porque tiene vertientes más misteriosas, y ya sabes que me encantan los misterios...  
Es que sino, es demasiado fácil!

Sobre todo la parte donde se afirma "Total igual no se entiende."

doonga escribió:Bueno, todo esto salió de la nada

Ah, la nada, entonces no hace falta que lea semejante tocho.

(sí que lo he leído, shhh)

Tomb escribió:

doonga escribió:Bueno, todo esto salió de la nada

Ah, la nada, entonces no hace falta que lea semejante tocho.

(sí que lo he leído, shhh)

Nada hace falta leer, querida, Absolutamente nada.
Pero a mi me acontece que en esas noches ahumadas me da por escribir.
Luego lo leo al otro día, y no me puedo explicar cómo la mente evacúa tales cosas.

Debe ser el humo lo que ahoga a los demonios, y los hace desvariar mientras huyen.

Claro que luego retornan con sus socios. No se cómo lo hacen, pero solamente empeoran las cosas.

Siento tener que disentir, pero disiento.

Mi comienzo fué cuando la conocí, pero ella ya llevaba mucho tiempo comenzada.

No se si me explico.

Del 'Tercer principio imperial' de la 'Teoría cósmica imperial', su coletilla: Sin conciencia, no pasa nada aunque pase algo.

Aprovecho para la locución: 'La madre del cordero'.

El meollo, el busilis, el quid,.........

Aunque para el articulista de 'La madre del cordero' es:
https://www.farodevigo.es/opinion/2008/12/26/madre-cordero-17979144.html

....y, citando madres, que tal la de las religiones dando milagrosa esperanza que el show de ser sabiéndolo continúe per sécula secolórum.

Posprandial.

Me he pasado la mayor parte de la vida disfrutando de animadísimas tertulias posprandiálicas y yo sin enterarme. Ya sé una cosa mas, antes de irme a la cama, refrán que hay que cumplir y nunca olvidar por la satisfacción que procura.

A lo que estamos, tuerta. Discurrimos por esta vida sin pararnos a considerar las grandes verdades con las que que el lenguaje coloquial nos enriquece cotidianamente, hoy, la madre del cordero, se ha hecho un hueco especial, se ha colocado en lugar preferente para no ser pronunciada como quien oye llover.

Gracias Gabin.

Y ya que de madres hablamos, me referiré a la vetusta historia de la serpiente parlanchina del paraíso.

Nadie recuerda de dónde salió, o quién la parió.

Pero si viajas al apartado sur de Chile y se lo preguntas a cualquier transeúnte, él te dirá cuál es es La Madre de la Culebra.