Casi no me la encuentro...

.



CASI NO ME LA ENCUENTRO...

He vivido unido a ella durante mis 88 años, y al parecer ya de recién nacido me llamaba la atención y mis manos iban en su busca intrigado, algo que los mayores y educadores me recriminaban: “eso no se toca”.  Años después en la pubertad, rodeado de faldas negras y cabezas con tonsura, era un suplicio oírles condenarme al fuego eterno por su uso, algo natural en el ser humano y para ellos altamente pecaminoso, y después, en la juventud y madurez, mucho placer me otorgó la muy pillina, siempre con ganas de juguetear y meter su cabecita allá donde cupiera, y sin fanfarroneo de clase alguna, que no se trata de esto, muchas aberturas encontró en su recorrido.

Después, sin duda, fue gran artífice para ampliar mi familia, con unos hijos hermosos y que tanta felicidad me han dado… pero hoy ¿dónde está? ¿por qué se esconde? ¿avergonzada? No hay razón, todo mengua en esta vida, ha de entenderlo, y en el ser humano con los años todo empequeñece, salvo las orejas y la nariz que no dejan de crecer y en algunos les salen pelos, y casi todo va perdiendo en importancia su función.

Y miren que le digo que ya ha cumplido con su cometido y bastante, que ha de sentirse feliz, y que es hora de descansar, pero cuando ha de realizar la función que hasta el último momento es necesario que haga para aliviar a sus camaradas los riñones, ha de salir de su escondite, sin temor, sin miedo, sin vergüenza... y la puñetera sigue con sus trece, sus catorce y quince. Pero al final sale de su escondite, eso sí, después de buscarla y rebuscarla...

*

Grave problema..

Quatro escribió:Grave problema..  

¡Qué va, hombre! En absoluto... ¿Qué espera usted cuando cumpla, si es que llega a cumplir, cosa que se lo deseo si es en buena salud especialmente mental, los 88 años? Pues eso, que hay momentos en que hay que buscarla.

EL POSTIGUET escribió:
CASI NO ME LA ENCUENTRO...

He vivido unido a ella durante mis 88 años, y al parecer ya de recién nacido me llamaba la atención y mis manos iban en su busca intrigado, algo que los mayores y educadores me recriminaban: “eso no se toca”.  Años después en la pubertad, rodeado de faldas negras y cabezas con tonsura, era un suplicio oírles condenarme al fuego eterno por su uso, algo natural en el ser humano y para ellos altamente pecaminoso, y después, en la juventud y madurez, mucho placer me otorgó la muy pillina, siempre con ganas de juguetear y meter su cabecita allá donde cupiera, y sin fanfarroneo de clase alguna, que no se trata de esto, muchas aberturas encontró en su recorrido.

Después, sin duda, fue gran artífice para ampliar mi familia, con unos hijos hermosos y que tanta felicidad me han dado… pero hoy ¿dónde está? ¿por qué se esconde? ¿avergonzada? No hay razón, todo mengua en esta vida, ha de entenderlo, y en el ser humano con los años todo empequeñece, salvo las orejas y la nariz que no dejan de crecer y en algunos les salen pelos, y casi todo va perdiendo en importancia su función.

Y miren que le digo que ya ha cumplido con su cometido y bastante, que ha de sentirse feliz, y que es hora de descansar, pero cuando ha de realizar la función que hasta el último momento es necesario que haga para aliviar a sus camaradas los riñones, ha de salir de su escondite, sin temor, sin miedo, sin vergüenza... y la puñetera sigue con sus trece, sus catorce y quince. Pero al final sale de su escondite, eso sí, después de buscarla y rebuscarla...

Conforme iba leyendo pensaba que ibas de coña, pensaba en la nariz... pero al final resulta que es "eso"... jajaja.

Salí con un chico que le ponía nombre a su "cosita".    

Tomb escribió:

EL POSTIGUET escribió:
CASI NO ME LA ENCUENTRO...

He vivido unido a ella durante mis 88 años, y al parecer ya de recién nacido me llamaba la atención y mis manos iban en su busca intrigado, algo que los mayores y educadores me recriminaban: “eso no se toca”.  Años después en la pubertad, rodeado de faldas negras y cabezas con tonsura, era un suplicio oírles condenarme al fuego eterno por su uso, algo natural en el ser humano y para ellos altamente pecaminoso, y después, en la juventud y madurez, mucho placer me otorgó la muy pillina, siempre con ganas de juguetear y meter su cabecita allá donde cupiera, y sin fanfarroneo de clase alguna, que no se trata de esto, muchas aberturas encontró en su recorrido.

Después, sin duda, fue gran artífice para ampliar mi familia, con unos hijos hermosos y que tanta felicidad me han dado… pero hoy ¿dónde está? ¿por qué se esconde? ¿avergonzada? No hay razón, todo mengua en esta vida, ha de entenderlo, y en el ser humano con los años todo empequeñece, salvo las orejas y la nariz que no dejan de crecer y en algunos les salen pelos, y casi todo va perdiendo en importancia su función.

Y miren que le digo que ya ha cumplido con su cometido y bastante, que ha de sentirse feliz, y que es hora de descansar, pero cuando ha de realizar la función que hasta el último momento es necesario que haga para aliviar a sus camaradas los riñones, ha de salir de su escondite, sin temor, sin miedo, sin vergüenza... y la puñetera sigue con sus trece, sus catorce y quince. Pero al final sale de su escondite, eso sí, después de buscarla y rebuscarla...

Conforme iba leyendo pensaba que ibas de coña, pensaba en la nariz... pero al final resulta que es "eso"... jajaja.

Salí con un chico que le ponía nombre a su "cosita".    

¿La nariz? ¡Qué va!. La nariz sigue haciendo sus funciones perfectamente, y las orejas también... Pero no diré de qué se trata, lo dejo para que se adivine, cosa que es muy fácil de adivinar. Imagínate, Tomb, que duplicas los años, 34+34 = 68, añádele 20 años más, y entonces, pues espero que alcances esa edad, con excelente salud y la mente muy clara, comprobarás que algunas cosas ya no funcionan, al menos como funcionaban ayer. Es ley de vida, y así hay que asumirlo, con buen humor...

*

EL POSTIGUET escribió:.



CASI NO ME LA ENCUENTRO...

He vivido unido a ella durante mis 88 años, y al parecer ya de recién nacido me llamaba la atención y mis manos iban en su busca intrigado, algo que los mayores y educadores me recriminaban: “eso no se toca”.  Años después en la pubertad, rodeado de faldas negras y cabezas con tonsura, era un suplicio oírles condenarme al fuego eterno por su uso, algo natural en el ser humano y para ellos altamente pecaminoso, y después, en la juventud y madurez, mucho placer me otorgó la muy pillina, siempre con ganas de juguetear y meter su cabecita allá donde cupiera, y sin fanfarroneo de clase alguna, que no se trata de esto, muchas aberturas encontró en su recorrido.

Después, sin duda, fue gran artífice para ampliar mi familia, con unos hijos hermosos y que tanta felicidad me han dado… pero hoy ¿dónde está? ¿por qué se esconde? ¿avergonzada? No hay razón, todo mengua en esta vida, ha de entenderlo, y en el ser humano con los años todo empequeñece, salvo las orejas y la nariz que no dejan de crecer y en algunos les salen pelos, y casi todo va perdiendo en importancia su función.

Y miren que le digo que ya ha cumplido con su cometido y bastante, que ha de sentirse feliz, y que es hora de descansar, pero cuando ha de realizar la función que hasta el último momento es necesario que haga para aliviar a sus camaradas los riñones, ha de salir de su escondite, sin temor, sin miedo, sin vergüenza... y la puñetera sigue con sus trece, sus catorce y quince. Pero al final sale de su escondite, eso sí, después de buscarla y rebuscarla...

*

Yo tengo nombrada una delegada ejecutiva de expansión informativa y no trabaja mal.

Igual la renuevo el contrato.

EL POSTIGUET escribió:

Tomb escribió:

Conforme iba leyendo pensaba que ibas de coña, pensaba en la nariz... pero al final resulta que es "eso"... jajaja.

Salí con un chico que le ponía nombre a su "cosita".    

¿La nariz? ¡Qué va!. La nariz sigue haciendo sus funciones perfectamente, y las orejas también... Pero no diré de qué se trata, lo dejo para que se adivine, cosa que es muy fácil de adivinar. Imagínate, Tomb, que duplicas los años, 34+34 = 68, añádele 20 años más, y entonces, pues espero que alcances esa edad, con excelente salud y la mente muy clara, comprobarás que algunas cosas ya no funcionan, al menos como funcionaban ayer. Es ley de vida, y así hay que asumirlo, con buen humor...

*

El viejo truco de una oreja en cada muslo, la nariz donde caiga... y a cabecear.

El caso es cumplir.

@EL POSTIGUET, si usted habla de su esposa o su mamá, puedo decirle que el amor es el mismo. Sucede que con el paso de los años se transforma en cuestión de intereses, aficiones, pasatiempos y gustos. Las relaciones se construyen día con día. Pregúntale que le gustaría hacer hoy, cómo se siente, abrázala, dile lo que significa para ti. Verás incluso que lo que significaba para ti hace 88 años, no es lo que significa hoy. Todo cambia: trátese de mamá, hermanos, amigos, tú mismo.

Saludos cordiales

.

iGrande EL POSTIGUET!

.

Y si usted habla de su p.e.n.e. vaya hombre para que ir por las ramas, todo por servir se acaba mi amigo. Y honestamente a su esposa no creo que le importe mucho, como le dije antes, todo cambia, el amor es el mismo pero se transforma.

Saludos disfuncionales

Tomb escribió:

EL POSTIGUET escribió:
CASI NO ME LA ENCUENTRO...

He vivido unido a ella durante mis 88 años, y al parecer ya de recién nacido me llamaba la atención y mis manos iban en su busca intrigado, algo que los mayores y educadores me recriminaban: “eso no se toca”.  Años después en la pubertad, rodeado de faldas negras y cabezas con tonsura, era un suplicio oírles condenarme al fuego eterno por su uso, algo natural en el ser humano y para ellos altamente pecaminoso, y después, en la juventud y madurez, mucho placer me otorgó la muy pillina, siempre con ganas de juguetear y meter su cabecita allá donde cupiera, y sin fanfarroneo de clase alguna, que no se trata de esto, muchas aberturas encontró en su recorrido.

Después, sin duda, fue gran artífice para ampliar mi familia, con unos hijos hermosos y que tanta felicidad me han dado… pero hoy ¿dónde está? ¿por qué se esconde? ¿avergonzada? No hay razón, todo mengua en esta vida, ha de entenderlo, y en el ser humano con los años todo empequeñece, salvo las orejas y la nariz que no dejan de crecer y en algunos les salen pelos, y casi todo va perdiendo en importancia su función.

Y miren que le digo que ya ha cumplido con su cometido y bastante, que ha de sentirse feliz, y que es hora de descansar, pero cuando ha de realizar la función que hasta el último momento es necesario que haga para aliviar a sus camaradas los riñones, ha de salir de su escondite, sin temor, sin miedo, sin vergüenza... y la puñetera sigue con sus trece, sus catorce y quince. Pero al final sale de su escondite, eso sí, después de buscarla y rebuscarla...

Conforme iba leyendo pensaba que ibas de coña, pensaba en la nariz... pero al final resulta que es "eso"... jajaja.

Salí con un chico que le ponía nombre a su "cosita".    

Había una peli de humor, Ali G, donde llamaba a su cosita Carlitos

.

Estimados amigos, aunque lo relatado en el inicio del hilo es real, le he dado un toque de humor porque así hay que ir aceptando la vejez. Es verdad, también, que afortunadamente me siento muy fuerte mentalmente, que es lo que si acaso más me preocupa, el llegar un día a no razonar como se debiera por la pérdida de facultades. Hoy no hay ni siquiera inicios, o indicios de ello, y es lo que me hace feliz. Así es que me tendréis para largo… que es lo que espero y deseo, y seguir contándoos batallitas.

*