Los olvidados

LOS OLVIDADOS

Paseo estas semanas mi cuerpo por las residencia de ancianos como para un voluntariado que decido hacer para ocupar mi tiempo libre. El ambiente y el cada día de estas residencia  de hombres y mujeres, no tiene altibajos, ni sorpresas, es rutinaria rectilínea sin altibajos.

Sus habitantes casi todos tienen sus facultades mermadas, cuando no, padecen de esa terrible enfermedad como es el Alzheimer, y mientras les pongo dibujos, la mayoría para rellenar de colores, algunos se sueltan y dibujan por si solos, y aunque ya el trazo y las siluetas no sean tan definidos como cuando el pulso no tenia principio de Parquison, les felicito, y se los guardo aunque después otro día niegan que esos dibujos sean suyos. Mientras, les observo, en cada arruga de estos rostros maltratados por la edad y la vida transcurrida, veo y me imagino historias crudas como la vida misma, lucha sin cuartel por la supervivencias, por la familia, por el futuro de los hijos, Muchos son mas jóvenes es que yo, pero su carga de penas y achaques le hacen arrastrar su cuerpo, siendo lo de levantarse cada mañana, todo un reto.

Son estridencias publicas las que conozco y visito, las del ayuntamiento que se decía antiguamente, y que yo conocí en mi niñez, pero de aquellas ahora hay un abismo en todo, en limpieza, en atención, en humanidad, en modales, y no conozco las privadas, pero estas no tienen nada que envidiarlas.

Son de pocas palabras estos ancianos, todos tienen su sitio en el salón de estar y nunca discuten por nada, se dejan hacer a admiten todo como nuevo. Cada habitación tienen dos camas y dos amplios armarios con sus lavabos correspondientes. Son 20 internos por cada planta que son cuatro, con amplios patios y jardines, y están distribuidos según su grado de movilidad, y en esa dedicación se desviven y ocupan todo su tiempo las cuidadoras, en ayudarles a caminar, a sentarse, a comer, dedicación exclusiva de cada día a cada hora, y por la que hay que tener vocación y mucha humanidad. Excelentes mujeres, cuatro por cada grupo, porque los hombres, y aunque ayudan, no tiene las facultades, esa ternura de la féminas.

Cuando al atardecer recojo los dibujos, les dirijo algunas palabras sobre lo que han hecho y eso, parece que aunque mañana no lo recrudecen, les reconforta, y les anima.

Son indolentes, apáticos y están ajenos del mundo de fuera porque ni a la tele le hacen caso, bastante tienen con sus recuerdos. Y cuando finalmente me marcho, y me despido, cojo el ascensor y saliendo por la puerta me digo que antes de acabar  en estos sitios, Dios que nunca me ha dejado de su mano, me mande algo rápido para irme de este mundo. sin darle la lata a nadie.  

Saludos

barakarlofi escribió:LOS OLVIDADOS

Paseo estas semanas mi cuerpo  por las residencia de ancianos como para un voluntariado que decido hacer para ocupar mi tiempo libre. El ambiente y el cada día de estas residencia  de hombres y mujeres, no tiene altibajos, ni sorpresas, es rutinaria rectilínea sin altibajos.

Sus habitantes casi todos tienen sus facultades mermadas, cuando no, padecen de esa terrible enfermedad como es el Alzheimer, y mientras les pongo dibujos, la mayoría para rellenar de colores, algunos se sueltan y dibujan por si solos, y aunque ya el trazo y las siluetas no sean tan definidos como cuando el pulso no tenia principio de Parquison, les felicito, y se los guardo aunque después otro día niegan que esos dibujos sean suyos. Mientras, les observo, en cada arruga de estos rostros maltratados por la edad y la vida transcurrida, veo y me imagino historias crudas como la vida misma, lucha sin cuartel por la supervivencias, por la familia, por el futuro de los hijos, Muchos son mas jóvenes es que yo, pero su carga de penas y achaques le hacen arrastrar su cuerpo, siendo lo de levantarse cada mañana, todo un reto.

Son estridencias publicas las que conozco y visito, las del ayuntamiento que se decía antiguamente, y que yo conocí en mi niñez, pero de aquellas ahora hay un abismo en todo, en limpieza, en atención, en humanidad, en modales, y no conozco las privadas, pero estas no tienen nada que envidiarlas.

Son de pocas palabras estos ancianos, todos tienen su sitio en el salón de estar y nunca discuten por nada, se dejan hacer a admiten todo como nuevo. Cada habitación tienen dos camas y dos amplios armarios con sus lavabos correspondientes. Son 20 internos por cada planta que son cuatro, con amplios patios y jardines, y están distribuidos según su grado de movilidad, y en esa dedicación se desviven y ocupan todo su tiempo las cuidadoras, en ayudarles a caminar, a sentarse, a comer, dedicación exclusiva de cada día a cada hora, y por la que hay que tener vocación y mucha humanidad. Excelentes mujeres, cuatro por cada grupo, porque los hombres, y aunque ayudan, no tiene las facultades, esa ternura de la féminas.

Cuando al atardecer recojo los dibujos, les dirijo algunas palabras sobre lo que han hecho y eso, parece que aunque mañana no lo recrudecen, les reconforta, y les anima.

Son indolentes, apáticos y están ajenos del mundo de fuera porque ni a la tele le hacen caso, bastante tienen con sus recuerdos. Y cuando finalmente me marcho, y me despido, cojo el ascensor y saliendo por la puerta me digo que antes de acabar  en estos sitios, Dios que nunca me ha dejado de su mano, me mande algo rápido para irme de este mundo. sin darle la lata a nadie.  

Saludos

Barakarlofi,

El tema resonó muy fuerte dentro de mí. Sé que nos conocemos poco o casi nada, pero me atreveré a ser abierta contigo.

Desde el 2008 a la actualidad he estado internada varias veces en el hospital de salud mental por un problema de ansiedad y depresión que en un punto se volvió terriblemente patológico.

Los casos o situaciones que mencionas no son ajenas, las he visto muy de cerca. Es otro mundo dentro del mundo.

El Hospital se convirtió para mí en un puente que me conectaba con una vida que me dolía demasiado, un mundo que no deseaba ver más. Hubo un momento en que quise quedarme allí para siempre, "entre los olvidados".

Hay historias muy tristes en esas habitaciones, vidas destruidas por completo. Ya sea por la demencia senil, párkinson o depresiones severas.

Admiro tu labor tan loable. Hay algo muy importante que pocos entienden y que con el paso de los años, en ese ir y venir, me fui dando cuenta "Un minuto de bondad hace la diferencia".

Gracias por hacer esa diferencia. Todos los minutos de compasión dejan huellas en nosotros, tal vez piensas que no se dan cuenta de nada, que recuerdan sus vidas absortos sin mirar el televisor, que no hay conversaciones. Créeme las flores también nacemos en la noche y toda esa bondad, los cuidados y los dibujos, nutren nuestro espíritu al sabernos amados.

Una flor no te puede decir gracias, pero al cuidarla te das cuenta de su belleza y esa es la única forma que ella tiene de expresarse.

Viviendo para sí misma, te dice lo bien que le haces.

Es un bello jardín, cuídalo, amaló.

No pidas una muerte rápida para no terminar así. Al contrario, pide a Dios que cuando seas mayor si es que tienes que estar en ese jardín encuentres un buen cuidador como tú.

Martha escribió:

barakarlofi escribió:LOS OLVIDADOS

Paseo estas semanas mi cuerpo  por las residencia de ancianos como para un voluntariado que decido hacer para ocupar mi tiempo libre. El ambiente y el cada día de estas residencia  de hombres y mujeres, no tiene altibajos, ni sorpresas, es rutinaria rectilínea sin altibajos.

Sus habitantes casi todos tienen sus facultades mermadas, cuando no, padecen de esa terrible enfermedad como es el Alzheimer, y mientras les pongo dibujos, la mayoría para rellenar de colores, algunos se sueltan y dibujan por si solos, y aunque ya el trazo y las siluetas no sean tan definidos como cuando el pulso no tenia principio de Parquison, les felicito, y se los guardo aunque después otro día niegan que esos dibujos sean suyos. Mientras, les observo, en cada arruga de estos rostros maltratados por la edad y la vida transcurrida, veo y me imagino historias crudas como la vida misma, lucha sin cuartel por la supervivencias, por la familia, por el futuro de los hijos, Muchos son mas jóvenes es que yo, pero su carga de penas y achaques le hacen arrastrar su cuerpo, siendo lo de levantarse cada mañana, todo un reto.

Son estridencias publicas las que conozco y visito, las del ayuntamiento que se decía antiguamente, y que yo conocí en mi niñez, pero de aquellas ahora hay un abismo en todo, en limpieza, en atención, en humanidad, en modales, y no conozco las privadas, pero estas no tienen nada que envidiarlas.

Son de pocas palabras estos ancianos, todos tienen su sitio en el salón de estar y nunca discuten por nada, se dejan hacer a admiten todo como nuevo. Cada habitación tienen dos camas y dos amplios armarios con sus lavabos correspondientes. Son 20 internos por cada planta que son cuatro, con amplios patios y jardines, y están distribuidos según su grado de movilidad, y en esa dedicación se desviven y ocupan todo su tiempo las cuidadoras, en ayudarles a caminar, a sentarse, a comer, dedicación exclusiva de cada día a cada hora, y por la que hay que tener vocación y mucha humanidad. Excelentes mujeres, cuatro por cada grupo, porque los hombres, y aunque ayudan, no tiene las facultades, esa ternura de la féminas.

Cuando al atardecer recojo los dibujos, les dirijo algunas palabras sobre lo que han hecho y eso, parece que aunque mañana no lo recrudecen, les reconforta, y les anima.

Son indolentes, apáticos y están ajenos del mundo de fuera porque ni a la tele le hacen caso, bastante tienen con sus recuerdos. Y cuando finalmente me marcho, y me despido, cojo el ascensor y saliendo por la puerta me digo que antes de acabar  en estos sitios, Dios que nunca me ha dejado de su mano, me mande algo rápido para irme de este mundo. sin darle la lata a nadie.  

Saludos

Barakarlofi,

El tema resonó muy fuerte dentro de mí. Sé que nos conocemos poco o casi nada, pero me atreveré a ser abierta contigo.

Desde el 2008 a la actualidad he estado internada varias veces en el hospital de salud mental por un problema de ansiedad y depresión que en un punto se volvió terriblemente patológico.

Los casos o situaciones que mencionas no son ajenas, las he visto muy de cerca. Es otro mundo dentro del mundo.

El Hospital se convirtió para mí en un puente que me conectaba con una vida que me dolía demasiado, un mundo que no deseaba ver más. Hubo un momento en que quise quedarme allí para siempre, "entre los olvidados".

Hay historias muy tristes en esas habitaciones, vidas destruidas por completo. Ya sea por la demencia senil, párkinson o depresiones severas.

Admiro tu labor tan loable. Hay algo muy importante que pocos entienden y que con el paso de los años, en ese ir y venir, me fui dando cuenta "Un minuto de bondad hace la diferencia".

Gracias por hacer esa diferencia. Todos los minutos de compasión dejan huellas en nosotros, tal vez piensas que no se dan cuenta de nada, que recuerdan sus vidas absortos sin mirar el televisor, que no hay conversaciones. Créeme las flores también nacemos en la noche y toda esa bondad, los cuidados y los dibujos, nutren nuestro espíritu al sabernos amados.

Una flor no te puede decir gracias, pero al cuidarla te das cuenta de su belleza y esa es la única forma que ella tiene de expresarse.

Viviendo para sí misma, te dice lo bien que le haces.  

Es un bello jardín, cuídalo, amaló.

No pidas una muerte rápida para no terminar así. Al contrario, pide a Dios que cuando seas mayor si es que tienes que estar en ese jardín encuentres un buen cuidador como tú.

 

Gracias Martha, es verdad que nunca nos habíamos escritos, pero lamentando tu pasado en estos sitios, me ha emocionado tu mensaje, y su respuesta la dejo para mas tarde, y es verdad que el pasado de estas personas hoy  intentos, esta lleno de ciclos de ansiedades y depresiones,  

Luego sigo.

Yo creo, que aunque no sepan manifestar sus emociones, algo les hace. Por lo menos en ese rato que han estado pintando, dibujando, han estado entretenidos, en paz y lejos de sus problemas. Y sobre todo les ayuda mucho que una persona les hable, interactúe con ellos. Por lo menos se sienten arropados y menos solos

Creo que este hilo merece más comentarios. Baraka ha sacado un tema interesante, sensible y realista que afecta a nuestros mayores

Producción:
Ultramar Films
Género:
Drama social
Sonido:
Monoaural
Dirección:
Luis Buñuel
Asistente de Dirección:
Ignacio Villarreal; repetidor de diálogos: José de Jesús Aceves
Producción:
Óscar Dancigers y Jaime Menasce; gerente de producción: Federico Amérigo; administrador: Antonio de Salazar; jefe de producción: Fidel Pizarro
Guion:
Luis Buñuel y Luis Alcoriza; colaboración sin crédito: Juan Larrea; diálogos: Max Aub y Pedro de Urdimalas (Jesús Camacho)
Fotografía:
Gabriel Figueroa; operador de cámara: Ignacio Romero
Escenografía:
Edward Fitzgerald
Maquillaje:
Armando Meyer
Edición:
Carlos Savage y Luis Buñuel (sin crédito)
Sonido:
José B. Carles y Jesús González Gancy
Música:
Rodolfo Halffter, sobre temas originales de Gustavo Pittaluga
Reparto:
Stella Inda , Miguel Inclán, Alfonso Mejía, Roberto Cobo, Alma Delia Fuentes, Francisco Jambrina, Jesús García Navarro, Efraín Arauz, Jorge Pérez, Javier Amezcua, Mario Ramírez, Juan Villegas, Héctor López Portillo, Ángel Merino
Duración:
80 min.

Sinopsis:
El Jaibo, un adolescente, escapa de la correccional y se reúne en el barrio con sus amigos. Junto con Pedro y otro niño, trata de asaltar a Don Carmelo. Días después, el Jaibo mata en presencia de Pedro al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran a la correccional. A partir de este incidente, los destinos de Pedro y de El Jaibo estarán trágicamente unidos.

Imperdonable.

Todavía no he visto esta película de Buñuel.

He de solucionarlo.

Barakarlofi, No olvides el tema, tiene mucha tela de donde cortar. Aliméntalo.

Si bien yo nunca he visitado un asilo de ancianos, cuando joven solía visitar enfermos en un sanatorio todos los sábados por la tarde, durante como dos años.
Muchos de los enfermos nunca recibían visitas.
Iba solo a visitar, jamás a predicar (en ese tiempo era muy creyente).

Muuchos años después, por algún motivo que no es relevante, tuve que ir a la policía civil de investigaciones, y me atiende un caballero, que me pregunta ¿usted se acuerda de mi?
-- Para nada, le dije.
Pues hace años atrás, yo estaba en el sanatorio, y durante toda la semana esperaba ansioso el día sábado esperando su visita.
Siempre llegaba con su sonrisa, me contaba lo que ocurría en la ciudad. Cuando le preguntaba esa cosa de los satélites, me explicaba con una paciencia.
Dígame, cómo puedo devolverle la mano.....

Fue como una lluvia de pétalos.

doonga escribió:Si bien yo nunca he visitado un asilo de ancianos, cuando joven solía visitar enfermos en un sanatorio todos los sábados por la tarde, durante como dos años.
Muchos de los enfermos nunca recibían visitas.
Iba solo a visitar, jamás a predicar (en ese tiempo era muy creyente).

Muuchos años después, por algún motivo que no es relevante, tuve que ir a la policía civil de investigaciones, y me atiende un caballero, que me pregunta ¿usted se acuerda de mi?
-- Para nada, le dije.
Pues hace años atrás, yo estaba en el sanatorio, y durante toda la semana esperaba ansioso el día sábado esperando su visita.
Siempre llegaba con su sonrisa, me contaba lo que ocurría en la ciudad. Cuando le preguntaba esa cosa de los satélites, me explicaba con una paciencia.
Dígame, cómo puedo devolverle la mano.....

Fue como una lluvia de pétalos.

Recuerdo cuando nos conocimos en el foro extinto. Tú escribiste unas palabras para mí y esas palabras yo las guardo. Las atesoré y muchas veces en las noches cuando tenía miedo las leía, siempre las llevo conmigo. Como te dije en aquella ocasión: Tus palabras fueron como agua fresca y dulce en el desierto.

Gracias Doonga, Muchas gracias.

barakarlofi escribió:LOS OLVIDADOS

Paseo estas semanas mi cuerpo  por las residencia de ancianos como para un voluntariado que decido hacer para ocupar mi tiempo libre. El ambiente y el cada día de estas residencia  de hombres y mujeres, no tiene altibajos, ni sorpresas, es rutinaria rectilínea sin altibajos.

Sus habitantes casi todos tienen sus facultades mermadas, cuando no, padecen de esa terrible enfermedad como es el Alzheimer, y mientras les pongo dibujos, la mayoría para rellenar de colores, algunos se sueltan y dibujan por si solos, y aunque ya el trazo y las siluetas no sean tan definidos como cuando el pulso no tenia principio de Parquison, les felicito, y se los guardo aunque después otro día niegan que esos dibujos sean suyos. Mientras, les observo, en cada arruga de estos rostros maltratados por la edad y la vida transcurrida, veo y me imagino historias crudas como la vida misma, lucha sin cuartel por la supervivencias, por la familia, por el futuro de los hijos, Muchos son mas jóvenes es que yo, pero su carga de penas y achaques le hacen arrastrar su cuerpo, siendo lo de levantarse cada mañana, todo un reto.

Son estridencias publicas las que conozco y visito, las del ayuntamiento que se decía antiguamente, y que yo conocí en mi niñez, pero de aquellas ahora hay un abismo en todo, en limpieza, en atención, en humanidad, en modales, y no conozco las privadas, pero estas no tienen nada que envidiarlas.

Son de pocas palabras estos ancianos, todos tienen su sitio en el salón de estar y nunca discuten por nada, se dejan hacer a admiten todo como nuevo. Cada habitación tienen dos camas y dos amplios armarios con sus lavabos correspondientes. Son 20 internos por cada planta que son cuatro, con amplios patios y jardines, y están distribuidos según su grado de movilidad, y en esa dedicación se desviven y ocupan todo su tiempo las cuidadoras, en ayudarles a caminar, a sentarse, a comer, dedicación exclusiva de cada día a cada hora, y por la que hay que tener vocación y mucha humanidad. Excelentes mujeres, cuatro por cada grupo, porque los hombres, y aunque ayudan, no tiene las facultades, esa ternura de la féminas.

Cuando al atardecer recojo los dibujos, les dirijo algunas palabras sobre lo que han hecho y eso, parece que aunque mañana no lo recrudecen, les reconforta, y les anima.

Son indolentes, apáticos y están ajenos del mundo de fuera porque ni a la tele le hacen caso, bastante tienen con sus recuerdos. Y cuando finalmente me marcho, y me despido, cojo el ascensor y saliendo por la puerta me digo que antes de acabar  en estos sitios, Dios que nunca me ha dejado de su mano, me mande algo rápido para irme de este mundo. sin darle la lata a nadie.  

Saludos

Pateaste directo al ángulo Barakarlofi.

Voy a emitir MI opinion que lejos está de ser la posta, pero es la mia y me vale.

Es muy loable lo que hacés, creo que yo no podria. Siento que me destruiria.

Amo mucho la vida pero no le temo a la muerte y creo sinceramente que esa forma de vida NO es Honrar la Vida.

No! permanecer o perdurar no es lo mismo que vivir, ni honrar la vida....
Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir
Porque no es lo mismo que vivir...¡Honrar la vida!


Coincido en que me gustaria irme rápidamente, sin darles permiso a los que me aman para que asistan mis miserias.

Martha escribió:Barakarlofi, No olvides el tema, tiene mucha tela de donde cortar. Aliméntalo.

Hola  Martha, si suponemos que cada anciano recluido en sitos sitios tiene detrás una vida llena de vivencias de todas clases, si que hay mucho que contar. Hoy mismo antes de venirme y a punto de poner la cena, un de los ancianos se ha puesto a gritar con desesperación, pidiendo irse a su casa, porque esta tarde no ha venido la familia a verlo.

Un submundo en cada mente, y un estar sin sentir, y vuelve las ancianas a ser niñas, con sus muñecas que cuidan, y los hombres a jugar aventuras internas La demencia senil en sus variados grados y degradación, afecta a casi todos, porque no son ellos, porque su personalidad, su ser se quedo hace muchos años en otro tiempo .Hoy solo son fantasmas de su propia existencia, y a todos le sale el niño que siempre llevamos dentro ,y que no envejece, y que es como el deposito neuronal que alberga el intelectos de cada uno, y juegan entre ellos a los juegos de mesa hoy olvidados y visten a sus muñecas como entonces. Entre merienda y toma de medicinas. Arrastran los pies y tiene su andar vacilante, y van de un sitio a otro sin rumbo y sin destino. Viven en fin porque la naturaleza les obliga, y verlos es dañarte el alma y  sentir una inmensa pena  por esos seres que solo son ya una cacicatura, un reflejo  de lo que fueron, porque en el camino de la vida se han dejado todo.  

Hoy me he venido mas triste que otros días.

Zulita escribió:

barakarlofi escribió:LOS OLVIDADOS

Paseo estas semanas mi cuerpo  por las residencia de ancianos como para un voluntariado que decido hacer para ocupar mi tiempo libre. El ambiente y el cada día de estas residencia  de hombres y mujeres, no tiene altibajos, ni sorpresas, es rutinaria rectilínea sin altibajos.

Sus habitantes casi todos tienen sus facultades mermadas, cuando no, padecen de esa terrible enfermedad como es el Alzheimer, y mientras les pongo dibujos, la mayoría para rellenar de colores, algunos se sueltan y dibujan por si solos, y aunque ya el trazo y las siluetas no sean tan definidos como cuando el pulso no tenia principio de Parquison, les felicito, y se los guardo aunque después otro día niegan que esos dibujos sean suyos. Mientras, les observo, en cada arruga de estos rostros maltratados por la edad y la vida transcurrida, veo y me imagino historias crudas como la vida misma, lucha sin cuartel por la supervivencias, por la familia, por el futuro de los hijos, Muchos son mas jóvenes es que yo, pero su carga de penas y achaques le hacen arrastrar su cuerpo, siendo lo de levantarse cada mañana, todo un reto.

Son estridencias publicas las que conozco y visito, las del ayuntamiento que se decía antiguamente, y que yo conocí en mi niñez, pero de aquellas ahora hay un abismo en todo, en limpieza, en atención, en humanidad, en modales, y no conozco las privadas, pero estas no tienen nada que envidiarlas.

Son de pocas palabras estos ancianos, todos tienen su sitio en el salón de estar y nunca discuten por nada, se dejan hacer a admiten todo como nuevo. Cada habitación tienen dos camas y dos amplios armarios con sus lavabos correspondientes. Son 20 internos por cada planta que son cuatro, con amplios patios y jardines, y están distribuidos según su grado de movilidad, y en esa dedicación se desviven y ocupan todo su tiempo las cuidadoras, en ayudarles a caminar, a sentarse, a comer, dedicación exclusiva de cada día a cada hora, y por la que hay que tener vocación y mucha humanidad. Excelentes mujeres, cuatro por cada grupo, porque los hombres, y aunque ayudan, no tiene las facultades, esa ternura de la féminas.

Cuando al atardecer recojo los dibujos, les dirijo algunas palabras sobre lo que han hecho y eso, parece que aunque mañana no lo recrudecen, les reconforta, y les anima.

Son indolentes, apáticos y están ajenos del mundo de fuera porque ni a la tele le hacen caso, bastante tienen con sus recuerdos. Y cuando finalmente me marcho, y me despido, cojo el ascensor y saliendo por la puerta me digo que antes de acabar  en estos sitios, Dios que nunca me ha dejado de su mano, me mande algo rápido para irme de este mundo. sin darle la lata a nadie.  

Saludos

Pateaste directo al ángulo Barakarlofi.

Voy a emitir MI opinion que lejos está de ser la posta, pero es la mia y me vale.

Es muy loable lo que hacés, creo que yo no podria. Siento que me destruiria.

Amo mucho la vida pero no le temo a la muerte y creo sinceramente que esa forma de vida NO es Honrar la Vida.

No! permanecer o perdurar no es lo mismo que vivir, ni honrar la vida....
Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir
Porque no es lo mismo que vivir...¡Honrar la vida!


Coincido en que me gustaria irme rápidamente, sin darles permiso a los que me aman para que asistan mis miserias.

Zulita, estos sitios están escondidos y sus enfermos olvidados, algunos hasta por la propia familia, y son así, crudos e impactantes para los que aun gozamos, no ya de salud física, si no también mental. Visitar pues esto lugares, es como una lección que nos da la vida para que vayamos hacia lo ultimo de la vejez preparado y sabiendo lo que nos vamos a encontrar y esas visitas no son gratas., pero se la recomiendo a muchos ,porque te enseña  y  te cura la vanidad, la prepotencia, el orgullo, la vanidad y todos los defectos que con la juventud nos domina, Son sitios de paz y silencio  pero muy tristes.

Saludos

Este corto es precioso y desolador, pero refleja muy como lo vive una persona mayor conl Alzheimer

elaltruista escribió:

Este corto es precioso y desolador, pero refleja muy como lo vive una persona mayor conl Alzheimer

La psicosis y el Alzheimer son dos enfermedades terribles y a las que no se le han hallado
todavía cura. Un cerebro brillante se hace polvo, una persona continúa su vida pero muerta.

.

barakarlofi escribió:

Zulita escribió:

Pateaste directo al ángulo Barakarlofi.

Voy a emitir MI opinion que lejos está de ser la posta, pero es la mia y me vale.

Es muy loable lo que hacés, creo que yo no podria. Siento que me destruiria.

Amo mucho la vida pero no le temo a la muerte y creo sinceramente que esa forma de vida NO es Honrar la Vida.

No! permanecer o perdurar no es lo mismo que vivir, ni honrar la vida....
Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir
Porque no es lo mismo que vivir...¡Honrar la vida!


Coincido en que me gustaria irme rápidamente, sin darles permiso a los que me aman para que asistan mis miserias.

Zulita, estos sitios están escondidos y sus enfermos olvidados, algunos hasta por la propia familia, y son así, crudos e impactantes para los que aun gozamos, no ya de salud física, si no también mental. Visitar pues esto lugares, es como una lección que nos da la vida para que vayamos hacia lo ultimo de la vejez preparado y sabiendo lo que nos vamos a encontrar y esas visitas no son gratas., pero se la recomiendo a muchos ,porque te enseña  y  te cura la vanidad, la prepotencia, el orgullo, la vanidad y todos los defectos que con la juventud nos domina, Son sitios de paz y silencio  pero muy tristes.

Saludos

Seguramente!
Y es muy loable que lo hagas, por ellos, por vos, por nuestra humanidad misma te diria.

Pero yo paso, en serio. Intento todos los dias de mi vida doblegar la vanidad, la prepotencia, el orgullo y todos esos defectos que no nos domina solo en la juventud Barakarlofi ( conozco muchos viejos chotos que mejor no hubieran nacido mirá) a veces lo logro, a veces no, y a veces consigo un digno empate.

Cuando describiste esa situacion, casi lloro. Me parece tan terrible pensar que esos seres tuvieron sueños, metas, risas, una vida! y hoy estan así, es tan tremendo para mi que de veras creo no podria soportar vivenciarlo como vos lo haces.

Pero reitero que me parece una actitud muy valorable.

barakarlofi escribió:

Martha escribió:Barakarlofi, No olvides el tema, tiene mucha tela de donde cortar. Aliméntalo.

Hola  Martha, si suponemos que cada anciano recluido en sitos sitios tiene detrás una vida llena de vivencias de todas clases, si que hay mucho que contar. Hoy mismo antes de venirme y a punto de poner la cena, un de los ancianos se ha puesto a gritar con desesperación, pidiendo irse a su casa, porque esta tarde no ha venido la familia a verlo.

Un submundo en cada mente, y un estar sin sentir, y vuelve las ancianas a ser niñas, con sus muñecas que cuidan, y los hombres a jugar aventuras internas La demencia senil en sus variados grados y degradación, afecta a casi todos, porque no son ellos, porque su personalidad, su ser se quedo hace muchos años en otro tiempo .Hoy solo son fantasmas de su propia existencia, y a todos le sale el niño que siempre llevamos dentro ,y que no envejece, y que es como el deposito neuronal que alberga el intelectos de cada uno, y juegan entre ellos a los juegos de mesa hoy olvidados y visten a sus muñecas como entonces. Entre merienda y toma de medicinas. Arrastran los pies y tiene su andar vacilante, y van de un sitio a otro sin rumbo y sin destino. Viven en fin porque la naturaleza les obliga, y verlos es dañarte el alma y  sentir una inmensa pena  por esos seres que solo son ya una cacicatura, un reflejo  de lo que fueron, porque en el camino de la vida se han dejado todo.  

Hoy me he venido mas triste que otros días.

En uno de esos tantos internamientos, conocí a una anciana hermosa que no olvido.

Ella y yo compartiamos la habitación. Una noche desperté y ella estaba sentada en su cama (no sé qué hora era, ahí no existe el tiempo). Llovía mucho y ella miraba hacía la ventana. Estaba realmente angustiada por la guerra (se arrancaba la piel con las uñas y decía que los tanques hacían un ruido espantoso y que la Gestapo estaba cerca).

Me levanté con mucho cuidado y encedí la luz. Le dije: La Guerra terminó hace muchos años.

Me acerqué a ella y tomé sus manos entre las mías le dije mi nombre completo y donde estabamos, que año y que lugar.

Lloré por ella y por mí, fue una noche muy emotiva.

Meses después fui a mi consulta y la asistente me llamó. Al salir del consultorio, escuché mi nombre completo. ¡Era ella!

Le sonreí y su hija me dijo: perdón, señorita. Mamá, por favor ¡basta!.

Saqué de mi bolso mi identificación y se la di, su hija se quedó en shock. Hubo un silencio total.

Hablé unos minutos con la anciana y me despedí con gusto.

¡Me recordó!. Dijo: Ella es mi Amiga.

Es triste la demencia senil, pero fue más triste el prejuicio de su hija.

Ojala no tengamos que pasar por eso, pero si sucede. Espero encontrar en mi camino una Martha o un Barakarlofi.

elaltruista escribió:

Este corto es precioso y desolador, pero refleja muy como lo vive una persona mayor conl Alzheimer

Es así de duro, lo pierden todo, desde sus recuerdos  hasta el sentimiento de ser y existir, le desaparece su antigua personalidad y se vuelven otras personas que ni se reconocen a si mismas,  ni reconocen a los demás. Gracias Welcome

barakarlofi escribió:

elaltruista escribió:

Este corto es precioso y desolador, pero refleja muy como lo vive una persona mayor conl Alzheimer

Es así de duro, lo pierden todo, desde sus recuerdos  hasta el sentimiento de ser y existir, le desaparece su antigua personalidad y se vuelven otras personas que ni se reconocen a si mismas,  ni reconocen a los demás. Gracias Welcome

barakarlofi

En referencia a la psicosis, existen por suerte los antipsicóticos, que permiten estabilizar
la química cerebral y hacer que quienes tienen estructura psicótica (en el ser humano
hay estructuras psicóticas, neuróticas y perversas) se reinserten de alguna manera en la
sociedad.

De estructuras normales no hablo, porque el solo hecho de vivir insertado en la sociedad,
requiere cierto grado de neurosis.

iEl gran, enorme drama es que si no toman la medicina, vuelven a psicotizarse y aislarse
de la realidad! Tuve un amigo médico psicótico que funcionaba a la perfección hasta dando
conferencias, pero si por algún motivo dejaba de tomar sus medicinas, volvía a vivir en
las calles y a aislarse.

Quienes padecen de Alzheimer son más irrecuperables, por lo menos con la medicina actual.

.

doonga escribió:Si bien yo nunca he visitado un asilo de ancianos, cuando joven solía visitar enfermos en un sanatorio todos los sábados por la tarde, durante como dos años.
Muchos de los enfermos nunca recibían visitas.
Iba solo a visitar, jamás a predicar (en ese tiempo era muy creyente).

Muuchos años después, por algún motivo que no es relevante, tuve que ir a la policía civil de investigaciones, y me atiende un caballero, que me pregunta ¿usted se acuerda de mi?
-- Para nada, le dije.
Pues hace años atrás, yo estaba en el sanatorio, y durante toda la semana esperaba ansioso el día sábado esperando su visita.
Siempre llegaba con su sonrisa, me contaba lo que ocurría en la ciudad. Cuando le preguntaba esa cosa de los satélites, me explicaba con una paciencia.
Dígame, cómo puedo devolverle la mano.....

Fue como una lluvia de pétalos.

Me emociona imaginármelo!
Y esa sonrisa tuya, doonga...
Siempre he pensado que es mágica!  

Dar compañía, interactuar y escuchar a los que se sienten solos, obra mayores milagros que ciertos tratamientos.

@barakarlofi, me hubiera gustado que siguieras alimentando este post. Tenía mucho potencial, había mucha tela de donde cortar. Pero su título no estaba lejos de la realidad

Martha escribió: @barakarlofi, me hubiera gustado que siguieras alimentando este post. Tenía mucho potencial, había mucha tela de donde cortar. Pero su título no estaba lejos de la realidad  

Hola Martha, buenos días de sábado.

Sigo visitándolos, y ayer le dije a la asistenta social de la residencia para  que de acuerdo con la fisoterauta, de que  no  estaría de mas, de  bajarlo al patio (hay dos con amplio espacio) para que hicieran ejercicios, suaves y como de estilo Taichi, pero la verdad es que muchos van en  sillas de ruedas y los demás no están muy agiles , toman Insulina, y varios fármacos al día que los deja adormilados, pero habría que probar, están de acuerdo en esto, y la próxima semana probaremos porque pienso que tantas horas sentados no les va bien, aunque el medico es el que tiene tiene la ultima palabra.

Los dibujos de Navidad han tenido éxito. y me he hecho de cartulinas con fondo blanco para que dibujen y coloreen con mas espacio. Les hago los dibujo, los copio y luego ellos los colorean. Hay una señora que se atreve con los pinceles, no le tiembla el pulso, y hasta mezcla los colores , y mezclándolos, los rellena mejor que con los lápices.

Lo peor es que no hay dialogo, no hay comunicación, (entienden mejor con los gestos que las palabras dice el psicólogo) como no sea las instrucciones de las  cuidadoras  para que se sienten, no molesten a los demás, o que no se desnuden, si, porque se ve que la edad avanzada nos destruye el cerebro. A media tarde viene los familiares, pocos, y eso parece que les anima el semblante, pero nada de conversación  y hay que admitirlo como gajes en este del oficio del vivir, y como se dice ahora, es lo que hay.

Que pases un feliz domingo