Quiero ser español... de verdad.

QUIERO SER ESPAÑOL

Con este hilo pretendo, tras mis escritos, recibir de los “españolazos” del Foro, si hay alguno que no lo sé a ciencia cierta, el Título Honorífico de Español.

Entonces, para purificarme a mi manera, y no ser llevado a la Hoguera Expiatoria, iré diciendo aquello que no diré por mucha verdad que sea. Callaré como hacen otros, o como se decía antiguamente, “como puta en Semana Santa”, oficio no permitido en una semana tan gloriosa.

¿Por dónde empezar?

Empezaré por la llegada de Cristóbal Colón, antes marino genovés y ahora judío sefardí natural de Torrelodones.

Y callaré al decir que una vez dándose cuenta España de las riquezas del nuevo mundo, allí envió la soldadesca bien armada para arrebatarles a aquellas gentes todo el oro y plata que pudiese, y si cabía alguna piedra preciosa pues también. Y así hasta que los barcos piratas de Inglaterra, la pérfida Albión, los esperaban cerca de los desembarcaderos con sus piratas oficiales, y, listos ellos, se hacían con el botín. No diré (mi boca callará) acerca de las muertes, desaparición por las armas de ciertas culturas locales y todos los crímenes cometidos. Quizás debiera decir en favor de España, que ella misma sufrió lo mismo a costa de los invasores árabes, fenicios, romanos, griegos, turcos y tantas culturas como pasaron invasoras por la península.

Tampoco diré, para alcanzar el título de ESPAÑOL, aunque de momento sea de segunda, que el oro y plata que venía de las llamadas Indias, no repercutían en la población, sino que se repartía, como siempre, entre cuatro espabilados, entre ellos las monarquías para su deleite y saraos de catre, fiestas, derroches, cortesanas de lujo y la iglesia oficial, y que la mayor parte salía de España camino de los negocios judíos hacia Holanda, Venecia, etc. Si el judío y prestamista valenciano Luis de Santángel pudiese hablar hoy en día la de cosas que nos enteraríamos, pero creo que fue decapitado, o él o su hijo no lo tengo muy claro, por reclamar a los cristianos reyes católicos y santos, el capital prestado con sus intereses.

Cuando la perversa Inglaterra le quitó el pingüe negocio a España del expolio del Nuevo Mundo, y fue ella la que se traía hacia aquí los grandes robos, el pueblo llano inglés sí se beneficiaba, y quien dude de lo que digo que lea a los clásicos (españoles o ingleses de la época) y se enterará. Inglaterra fue hacia arriba, su clase alta y media y su población llana, pues de alguna manera u otra se beneficiaban. Aquí miseria para la clase llana, analfabetismo y la eterna explotación de la clase pudiente y los caciques locales. Y las monarquías, siempre rodeadas de los poderosos, la santa madre iglesia, la milicia entorchada, y las buenas mesas y mejores manteles, no hacían nada por los necesitados, ni siquiera se preocupaban en que recibieran educación.

Pero que los buenos españoles, los españolazos del foro (si existen) que no se preocupen, que yo de esto no diré nada, ya que el Título Honorífico que espero recibir, de Español de Verdad, bien vale un silencio.

A este hilo, silencioso, seguirán otros más, para mortificarme de saber lo cruel que ha sido mi España, no con los otros (que también), sino con los mismos españoles, pero como es un hilo silencioso, nadie se enterará, solo yo que lo describo en letra blanca para que no se pueda leer y al propio tiempo entregarme a los azotes propios de la Santa Inquisición Española y Olé, a la que me someto.

Permítanme una oración para mi salvación:

Sálve Regína, Máter misericórdiae;
vita, dulcédo, et spes nóstra, sálve.
Ad te clamámus, éxsules, fílii Evae.
Ad te suspirámus, geméntes et fléntes
in hac lacrimárum válle.
Eia ergo, advocáta nóstra,
illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Jésum, benedíctum frúctum véntris túi,
nobis post hoc exsílium osténde.
O clémens, O pía, O dúlcis Vírgo María.

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