Moneda de cambio para la ley de amnistía

El sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, mostró esta semana su repulsa y denuncia de a los ataques recibidos por el cuerpo el pasado domingo 1 de octubre y por el «hostigamiento ejercido desde el Ayuntamiento de Barcelona» al colocar unos adoquines con mensajes contra la policía frente a la Jefatura Superior de Policía Nacional de Cataluña, en Vía Laietana de Barcelona.

una democracia"

Para el sindicato, estas acciones no hacen más que «reiterar los ataques que sufren los policías nacionales en Cataluña, en el que son señalados por el mero hecho de ejercer su trabajo y de defender la Constitución, el Estado de Derecho y la Unidad de España».

Por estos motivos, Jupol anunció su apoyo a la manifestación de este domingo en Barcelona, convocada por Societat Civil Catalana, bajo el lema «No en mi nombre. Ni amnistía, ni autodeterminación».


El portavoz de Jupol, Ibón Domínguez mostró la preocupación existente en el sindicato y entre los policías destinados en Cataluña ante la posibilidad de que la comisaría de Vía Laietana definitivamente sea utilizada como moneda de cambio para el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, y definitivamente se expropie esta instalación al cuerpo, para instalar un museo de la tortura.

Domínguez solicitó al Gobierno en funciones que «recapacite y que no venda de nuevo a la Policías Nacional a cambio de un puñado de votos», y añadió que «hoy más que nunca es necesario que las instituciones defiendan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que protejan también sus centros de trabajo».


Fue el Sindicato Unificado de Policía (SUP) el que denunció que el Ayuntamiento colocó baldosas «ofensivas» que «atacan» a este cuerpo policial en el acerado frente a la comisaría, con las palabras en catalán ‘verdad’, ‘justicia’, ‘memoria’ y ‘reparación’.

En su comunicado, el SUP ha criticó el «abandono institucional» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña y exigen al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y a la Delegación de Gobierno que realicen cuantas gestiones sean necesarias para la «retirada inmediata de este tipo de simbología que ataca y menosprecia la imagen, la dignidad y la profesionalidad de este cuerpo policial».


La sede de la Policía fue en estos últmos años un lugar habitual de las protestas de grupos independentistas, con duros enfrentamientos con los agentes de las Fuerzas de Seguridad durante los momentos de mayor tensión por el referéndum y la sentencia del Tribunal Supremo que condenó en 2019 a los líderes del 1-O, posteriormente indultados por el Gobierno de Pedro Sánchez.

«La situación de los miembros de la Policía Nacional en Cataluña resulta ‘compleja’ de un tiempo a esta parte, hostigados y acosados, además de tener a más de 45 policías imputados» apuntó el SUP en referencia a la actuación del dispositivo del 1-O.

El sindicato añade que después los policías vieron que los condenados fueron indultados y que «ahora se pretende pedir una amnistía para los que promovieron la independencia ilegal».


«Mientras tanto, el Ayuntamiento aprovecha unas obras municipales para justamente delante de la Jefatura Superior poner en el pavimento consignas y lemas para insultar y menospreciar la excelente labor que realizamos los policías nacionales diariamente en beneficio de la seguridad en Cataluña».

Los que han estado gobernando España en tiempos de Franco, y después de su muerte, ya que el sistema bien poco ha cambiado desde entonces, continuan haciéndolo a su manera como han hecho siempre.

Y cual es la táctica, pues bien sencillo, emplear todo su esfuerzo en meter miedo y temor a los ciudadanos. Como dije en otro post, como ahora ven que puede peligrar sus métodos porque los tiempos has cambiado en todas partes, les entra una rabia con signos de "cagalera" que les hace tocar todos los hilos para crear malestar y de ninguna manera permitir que el Pueblo catalán consiga sus propósitos de empezar a ponerlos en el sitio que les corresponda como cualquier otro ciudadano, e ir terminándoseles este dominio total de la explotación del cotarro a sus bien poco democráticas maneras.

A partir de ahí, cualquier cosa se puedo esperar de ellos que sólo les interesan sus seguidores para que les vayan proporcionando ese estatus cuo de bienestar que hace tantas décadas que disfrutan.

Al no haber una verdadera separación entre religión y gobierno en la práctica, se sienten bien respaldados y con derecho a patrocinar cualquier atropello.