El Noi del Sucre, 100 años de su asesinato
Página 1 de 1.
El Noi del Sucre, 100 años de su asesinato
España tiene, en su dilatada historia, muchos Miguel Ángel Blanco, pero la "historia" de España es tan olvidadiza, que se olvida de los que no interesan, aunque su obra fuese incontestablemente mucho mejor y mayor para el resto de la sociedad.
100 AÑOS DEL ASESINADO DEL NOI DEL SUCRE
Salvador Seguí, “El Noi del Sucre”, es un personaje inclasificable, pintor de oficio, hombre de acción y de formación auto didáctica quien, contrario a la violencia, nacido en una época en la que son frecuentes las bombas, pero tiene en la palabra su principal arma. Admirado e incómodo a partes iguales, es ferviente practicante de aquello que años más tarde se denominará cultura del pacto.
Salvador Seguí es una pieza que falta en el rompecabezas de nuestra historia. A menudo intencionadamente olvidado o reivindicado con la boca pequeña. Cien años después de su cruel asesinato, una realidad obstinada a repetirse da plena vigencia a su discurso.
La exposición sobre él y su historia que se ha llevado a cabo en su Catalunya natal (era nacido en Lleida) propone, mediante recursos museísticos clásicos: reproducciones fieles de los vagones que transportaban el campesinado del campo hacia la ciudad, el interior de una fábrica, los cafés donde se reunían, documentos, grabaciones sonoras, audiovisuales, fotografías y otras herramientas y recursos de apoyo, un recorrido por la vida del Noi del Sucre, que fue, también, la de muchos millares de obreros. Así, en un trayecto que empieza con la llegada a Barcelona y que acaba con la explosión de violencia y el asesinato de Seguí, se vive de cerca su trayectoria vital, la de la familia y los amigos, para acabar visualizando los hitos alcanzados y el legado que él y sus compañeros de lucha nos dejaron en herencia.
La historia de Salvador Seguí es paralela a la historia del movimiento obrero en Catalunya. Su familia llegó a Barcelona desde Urgell para trabajar. Como tanta otra gente del país, y también de València, Murcia o Almería, que llenó las fábricas y construyó el paisaje de la ciudad industrial, que en buena parte ha llegado hasta nuestros días.
La relación entre los trabajadores y los amos no era fácil. La violencia era tan cotidiana como la miseria. Salvador Seguí se relacionó enseguida con los movimientos libertarios que vertebraban la organización de los obreros. Como joven radical vivió los años de la Barcelona conocida como Rosa de Foc y pronto sufrió la represión y la prisión.
Rápidamente Seguí adquirió renombre. Sus discursos eran antológicos, podía hablar horas, discutir y convencer. La Barcelona de entonces estaba llena de cafés y tabernas donde surgían tertulias y encuentros. Naturalmente, eso era un entorno propicio para Seguí. El Noi del Sucre combinaba el ocio y conversación con la práctica política. Su carisma, su pragmatismo y una oratoria inapelable lo proyectaron hacia el liderazgo del principal sindicato obrero en Catalunya: la Confederación Nacional del Trabajo (CNT)
Barcelona, y buena parte de la Catalunya industrial, entraron en una espiral de violencia entre los años 1919 y 1923. Obreros y sicarios a sueldo de la patronal se enfrentaban a tiros por las calles. Este periodo ha pasado a la historia como los años del pistolerismo. En un fragmento de la revista La Campana de Gràcia se podía leer lo siguiente: “El uso de la pistola se ha convertido en una cosa tan corriente como la pluma estilográfica en los que saben escribir o la pipa en los que tienen el vicio de fumar. Una Star o una Browning no tienen mucha más importancia que una caja de cerillas. Es un signo doloroso de esta crisis”.
A pesar de su rechazo frontal a la violencia y su búsqueda constante del pacto, Salvador Seguí fue uno de los centenares de víctimas del pistolerismo.
La figura de Salvador Seguí se ha reivindicado sistemáticamente en tiempo de democracia. Sucedió así en los años 30 durante la II República. El franquismo intentó borrarlo de la memoria, pero no lo consiguió. Con la Transición, se recuperó su nombre a través de estudios, programas de televisión y calles y plazas en diferentes poblaciones del país.
Su pensamiento y su lucha por la dignidad de la clase trabajadora todavía hoy es una referencia. Los tiempos han cambiado pero su testimonio continúa vivo.
Cien años después de su muerte se mantiene como un icono del obrerismo que luchó por los derechos laborales y sindicales de los trabajadores. Más allá de una personalidad atractiva, recuperar su figura y trayectoria nos recuerda que los avances sociales en el ámbito laboral —salarios, jornadas laborales, derechos sindicados, etc.— no han sido producto de la bondad del sistema capitalista, sino de la lucha obrera continuada. Un combate que Seguí libró desde el sindicalismo, la catalanidad y, aunque lo trascendía, el anarquismo.
*
EL POSTIGUET- Mensajes : 6452
Fecha de inscripción : 24/06/2021
Edad : 88
A Dijousmercat le gusta esta publicaciòn
Temas similares
» 85 años asesinato Garcia Lorca
» ¿Qué tan difícil sería adaptar una serie infantil para gente de más de 8 años y/o de más de 18 años?
» La muerte de Pablo Neruda fue un asesinato.?
» 10 de abril de 1919 Asesinato de Emiliano Zapata
» Golpe milagroso: Mujer ciega durante 13 años -desde los 11 años- recupera la vista milagrosamente de golpe. Parece que sin intervención divina.
» ¿Qué tan difícil sería adaptar una serie infantil para gente de más de 8 años y/o de más de 18 años?
» La muerte de Pablo Neruda fue un asesinato.?
» 10 de abril de 1919 Asesinato de Emiliano Zapata
» Golpe milagroso: Mujer ciega durante 13 años -desde los 11 años- recupera la vista milagrosamente de golpe. Parece que sin intervención divina.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.