Una grabación de un programa televisivo muy accidentada
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Una grabación de un programa televisivo muy accidentada
UNA GRABACION DE UN PROGRAMA TELEVISIVO MUY ACCIDENTADA
Me lo dijo mi amigo Luis, cuando fui a llevarle, las cosas raras que aparecen por Internet, y que él colecciona, desde hace años.
.- ¡Corsario ¡. - ( Este amigo siempre me llama así, desde que supo que estuve tantos años embarcado. )
.-¡ Tienes que venir con nosotros a la grabación de un programa de Televisión. ¡. - -¡ Pero Luis. ..............¡. - Dije sorprendido.
.-¡ Que hago yo en un estudio de TV. Ni sé de que va eso. Ni soy actor. Ni nunca he estado en ningún jaleo de esos.¡. -
.-¡ No te preocupes de nada, se te paga el traslado y hasta la cena. Pero ¡ he¡, tienes que venir vestido con ropas de Verano. ¡. -
.-¡ De Verano¡. - Exclamé. .-¡Con el frío que hace.¡.-
.-¡ Es que el programa se emitirá allá, por el mes de Agosto ¡. -
.-¡ Pero podríamos llevarnos algo de abrigo....... digo, para el viaje. ¡. -
Razoné, sintiendo en la cara y en las manos, el frío de la calle.
.-¡ Sí pero después, en donde la dejas. El autobús nos llevará y se ira para volver cuando acabe la grabación, y en el estudio no la puedes llevar contigo, cantaría mucho.¡.-
Dijo rápidamente mi amigo, sin esperar mi respuesta, y convencido de mi conformidad.
La cita era para el siguiente Jueves, a la cuatro de la tarde. Y a la hora convenida, nos dirigimos, los vecinos que nos íbamos encontrando por el camino, hacia el lugar en donde esperaba el autobús, que nos llevaría a los estudios de televisión.
Las escuetas y casi transparentes camisas de manga corta y los livianos vestidos de Verano, hacia, que por el tremendo frío que nos calaba hasta los huesos, camináramos encogidos, y sin hablarnos, por fortuna el autobús no se encontraba lejos, y pudimos cobijarnos pronto en el. Una vez dentro y sentados, pudimos comprobar, con tan solo una sola mirada, lo variopinto, y la diferencia de edad de los presentes, se mezclaba la media juventud, y la gente madura, con los mayores, todos con las mejores ropas de bodas y comuniones, con peinados recientes, y con fuertes perfumes que lo inundaba todo, un ambiente de dentro del autobús que por momentos se hacia más caliente y acogedor.
Durante el trayecto que resultó corto, se charló animosamente, y se hicieron nuevas amistades. Los veteranos, en esto de publico televisivo y voluntario, contaban a los novatos, que escuchábamos con interés, las variadas formas de “chupar“· cámara, y verse después en la emisión del programa. Los autógrafos que habían conseguido de artistas famosos, y las peripecias para conseguirlos. Como ponerse en la cola para repetir bocadillo y café, ect, ect.
La llegada a los estudios, y su entrada, se hizo lenta y aburrida. Enseguida dos azafatas se pusieron a nuestro lado y ya no nos dejarían salirnos del camino, en todo el trayecto. Después, todos en grupos, en una cola discontinua y abigarrada, que se alargaban y se descomponía a cada metro, se tuvo que enseñar el d.n.i, un par de veces, se copiaron los datos personales, y se pasó, por ultimo, por los controles de seguridad. Allí el dialogo de los vigilantes con los visitantes era de película.
.-¡Señoras dejen el bolso, no saquen nada y pasen por el pasillo de la pantalla.¡.-
.-¡Señora, no saque el paraguas del bolso,....... venga por aquí. Pero deje el bolso allí.¡.-
.-¡Oiga esto ha pitado, y yo no llevo nada metálico.¡.-
.-¡las llaves...Hombre, démelas, no, no. las pase por la cinta, déjelas aquí.¡.-
-¡¡¡¡¡.-todos los objetos metálicos. Por favor,......-¡ pásenlos por fuera de la pantalla.¡.-
.-¡...Oiga señorrr.... coja la dentadura, no la deje hay.¡,.
.-¡¡¡es que tengo un puente metálico..¡.-
.-¡Señora el bolso solo.......... Ud. no, no se quiera meter por la cinta.¡.-
.¡¡¡¡¡¡.-A ver, este machete,... de quien es.¡.-
.-¡¡¡Haaaa la navajita es mía, je, je, je, je,..... es un recuerdo .¡.-
Después, puestos de nuevo en camino, por interminables pasillos, siempre vigilados por las azafatas que se habían convertidos en nuestras sombras. Llegamos, hasta una gran sala, gélida y fría como un panteón, con sillas junto a las desnudas paredes, y en el centro una especie de camilla de hospital, cubierta en su totalidad, con una enorme sabana blanca, daba un detalle tétrico. Aquello, parecía el sudario de una cadáver, que de un momento se otro se levantaría. El frío de allí dentro, era insoportable, las gentes pronto empezó a sentarse, y en arrimarse en grupos, para darse calor, el vaho de las respiraciones subía y flotaba en el aire. A todo esto, en la puerta de la entrada, las dos azafatas, como guardianes celosos de su trabajo, no dejaban salir a nadie, salvo en pareja al lavabo, un lavabo, que se adivinaba perdido por aquellos deshabitados pasillos. De pronto, alguien gritó una noticia, que nos llenó de alegría, había descubierto una maquina de café, enseguida todo el mundo se animó para ir a su encuentro, pero solo pudimos salir de dos en dos, Pero solo la idea de saborear un café calentito, ayudaba en la espera. Pronto me di cuenta, ya junto a la maquina cafetera, que aquello de café tenia poco, y que aquel caldo negro, era un jarabe espeso y dudoso de tomar, y a los que vi repetir, pues estaba caliente y reconfortaba, les avisé que aquel llamado café, suerte tendrían, si más tarde no les pasaba factura, como así fue durante el rodaje.
CONTINUARA........ Si encuentro la segunda, tercera, y cuarta parte. (Todos los derechos reservados)
Me lo dijo mi amigo Luis, cuando fui a llevarle, las cosas raras que aparecen por Internet, y que él colecciona, desde hace años.
.- ¡Corsario ¡. - ( Este amigo siempre me llama así, desde que supo que estuve tantos años embarcado. )
.-¡ Tienes que venir con nosotros a la grabación de un programa de Televisión. ¡. - -¡ Pero Luis. ..............¡. - Dije sorprendido.
.-¡ Que hago yo en un estudio de TV. Ni sé de que va eso. Ni soy actor. Ni nunca he estado en ningún jaleo de esos.¡. -
.-¡ No te preocupes de nada, se te paga el traslado y hasta la cena. Pero ¡ he¡, tienes que venir vestido con ropas de Verano. ¡. -
.-¡ De Verano¡. - Exclamé. .-¡Con el frío que hace.¡.-
.-¡ Es que el programa se emitirá allá, por el mes de Agosto ¡. -
.-¡ Pero podríamos llevarnos algo de abrigo....... digo, para el viaje. ¡. -
Razoné, sintiendo en la cara y en las manos, el frío de la calle.
.-¡ Sí pero después, en donde la dejas. El autobús nos llevará y se ira para volver cuando acabe la grabación, y en el estudio no la puedes llevar contigo, cantaría mucho.¡.-
Dijo rápidamente mi amigo, sin esperar mi respuesta, y convencido de mi conformidad.
La cita era para el siguiente Jueves, a la cuatro de la tarde. Y a la hora convenida, nos dirigimos, los vecinos que nos íbamos encontrando por el camino, hacia el lugar en donde esperaba el autobús, que nos llevaría a los estudios de televisión.
Las escuetas y casi transparentes camisas de manga corta y los livianos vestidos de Verano, hacia, que por el tremendo frío que nos calaba hasta los huesos, camináramos encogidos, y sin hablarnos, por fortuna el autobús no se encontraba lejos, y pudimos cobijarnos pronto en el. Una vez dentro y sentados, pudimos comprobar, con tan solo una sola mirada, lo variopinto, y la diferencia de edad de los presentes, se mezclaba la media juventud, y la gente madura, con los mayores, todos con las mejores ropas de bodas y comuniones, con peinados recientes, y con fuertes perfumes que lo inundaba todo, un ambiente de dentro del autobús que por momentos se hacia más caliente y acogedor.
Durante el trayecto que resultó corto, se charló animosamente, y se hicieron nuevas amistades. Los veteranos, en esto de publico televisivo y voluntario, contaban a los novatos, que escuchábamos con interés, las variadas formas de “chupar“· cámara, y verse después en la emisión del programa. Los autógrafos que habían conseguido de artistas famosos, y las peripecias para conseguirlos. Como ponerse en la cola para repetir bocadillo y café, ect, ect.
La llegada a los estudios, y su entrada, se hizo lenta y aburrida. Enseguida dos azafatas se pusieron a nuestro lado y ya no nos dejarían salirnos del camino, en todo el trayecto. Después, todos en grupos, en una cola discontinua y abigarrada, que se alargaban y se descomponía a cada metro, se tuvo que enseñar el d.n.i, un par de veces, se copiaron los datos personales, y se pasó, por ultimo, por los controles de seguridad. Allí el dialogo de los vigilantes con los visitantes era de película.
.-¡Señoras dejen el bolso, no saquen nada y pasen por el pasillo de la pantalla.¡.-
.-¡Señora, no saque el paraguas del bolso,....... venga por aquí. Pero deje el bolso allí.¡.-
.-¡Oiga esto ha pitado, y yo no llevo nada metálico.¡.-
.-¡las llaves...Hombre, démelas, no, no. las pase por la cinta, déjelas aquí.¡.-
-¡¡¡¡¡.-todos los objetos metálicos. Por favor,......-¡ pásenlos por fuera de la pantalla.¡.-
.-¡...Oiga señorrr.... coja la dentadura, no la deje hay.¡,.
.-¡¡¡es que tengo un puente metálico..¡.-
.-¡Señora el bolso solo.......... Ud. no, no se quiera meter por la cinta.¡.-
.¡¡¡¡¡¡.-A ver, este machete,... de quien es.¡.-
.-¡¡¡Haaaa la navajita es mía, je, je, je, je,..... es un recuerdo .¡.-
Después, puestos de nuevo en camino, por interminables pasillos, siempre vigilados por las azafatas que se habían convertidos en nuestras sombras. Llegamos, hasta una gran sala, gélida y fría como un panteón, con sillas junto a las desnudas paredes, y en el centro una especie de camilla de hospital, cubierta en su totalidad, con una enorme sabana blanca, daba un detalle tétrico. Aquello, parecía el sudario de una cadáver, que de un momento se otro se levantaría. El frío de allí dentro, era insoportable, las gentes pronto empezó a sentarse, y en arrimarse en grupos, para darse calor, el vaho de las respiraciones subía y flotaba en el aire. A todo esto, en la puerta de la entrada, las dos azafatas, como guardianes celosos de su trabajo, no dejaban salir a nadie, salvo en pareja al lavabo, un lavabo, que se adivinaba perdido por aquellos deshabitados pasillos. De pronto, alguien gritó una noticia, que nos llenó de alegría, había descubierto una maquina de café, enseguida todo el mundo se animó para ir a su encuentro, pero solo pudimos salir de dos en dos, Pero solo la idea de saborear un café calentito, ayudaba en la espera. Pronto me di cuenta, ya junto a la maquina cafetera, que aquello de café tenia poco, y que aquel caldo negro, era un jarabe espeso y dudoso de tomar, y a los que vi repetir, pues estaba caliente y reconfortaba, les avisé que aquel llamado café, suerte tendrían, si más tarde no les pasaba factura, como así fue durante el rodaje.
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Alain Deneault: "Los excesos de la izquierda llevan a la gente a la extrema derecha"
barakarlofi- Mensajes : 3467
Fecha de inscripción : 21/09/2022
A Tomb le gusta esta publicaciòn
Re: Una grabación de un programa televisivo muy accidentada
barakarlofi escribió:CONTINUARA........ Si encuentro la segunda, tercera, y cuarta parte. (Todos los derechos reservados)
Ya puedes estar buscando las siguientes partes, ni se te ocurra dejarnos así.
Tomb- Mensajes : 26231
Fecha de inscripción : 07/12/2020
Edad : 34
Localización : Pandora
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