El cachopo que hizo llorar a Adolfo Hitler.

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El cachopo que hizo llorar a Adolfo Hitler.

27 de abril de 1945, Búnker del Führer en Berlín. El Ejército Rojo y la Wehrmacht libran un durísimo combate palmo a palmo en las calles de la capital germana. El caudillo alemán Adolfo Hitler trata de organizar los últimos reductos de resistencia frente al invasor ruso, pero pierde toda esperanza. Melancólico, recuerda la visita que le hizo a Franco en Hendaya en octubre de 1940 y el cachopo con el que el dictador español le obsequió en la comida. Hitler observa la cápsula de cianuro que se encuentra sobre su escritorio, pero antes de tomar la fatídica decisión, descuelga el teléfono...

-Al habla el generalísimo Francisco Franco.
-Hola Paco, soy Adolfo.
-Hombre Adolfo, cuánto tiempo. Oigo disparos de fondo ¿todo bien por allí?
-Oye mira a ver si me pudieras enviar por avión un cachopo, que se me ha antojado.
-¿Pero tú no eras vegetariano?
-No estoy para bromas, Paco.
-Claro, Adolfo, ahora mismo te lo condimento y lo tienes en seguida.

Al día siguiente, un jovencito de las SS llama a la puerta del despacho del Führer. Trae un paquete grasiento, cuidadosamente embalado. Hitler pide estar a solas y una lágrima cae de sus ojos cuando abre el paquete y el embriagador olor de las viandas invade la habitación. Esta es la historia, amigos, del cachopo que hizo llorar al Führer.

(Así lo he encontrado y así lo copio) (Risas)