La Vía Pirenaica

La Vía Pirenaica es una iniciativa conjunta entre Catalunya y el País Vasco que este año también cuenta con el apoyo de Mallorca. Iluminó anoche más de trescientas cumbres de todo el Pirineo para reivindicar el derecho de autodeterminación de los pueblos y reclamar la atención de la comunidad internacional. La movilización ha sido organizada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la Federación de Entidades Excursionistas de Cataluña (FEEC), Gure Esku Dago y la Asamblea Soberanista de Mallorca (ASM).

La línea de luz que recorre la cordillera se ha creado con las farolas y las linternas frontales de los participantes. La acción se inspira en otras de anteriores como por ejemplo el encendido de las 131 agujas de Montserrat el 2019.

El acto principal de la vía, que ha contado con representantes de todas las entidades, se ha hecho a Guils de la Cerdanya, un balcón único para ver como se iluminan la Tossa de Alp, las Peñas Altas de Moixeró, el Comabona y el Puig del Canal de Cristal. En el caso de Mallorca, los miembros de ASM han encendido el Puig de los Revells y el Puig de Santa Magdalena.

El encargado de empezar el acto ha sido el alcalde de Guils, Josep Mendo, seguido de Marc Sellarès, coordinador de la sectorial de la Asamblea Artistas de la República, que ha destacado que la Vía Pirenaica es la obra de arte más grande hecho nunca y que la disidencia política en forma de arte es muy difícil de reprimir. El presidente de la FEEC, Jordi Merino, ha remachado que había que reavivar la llama del independentismo: “Hoy tendremos una nueva llama encendida en forma de los farells de la Vía Pirenaica.”

La presidenta de la Asamblea, Dolors Feliu, ha expresado su agradecimiento a los asistentes, a los participantes y a todas las entidades, y ha hecho valer el compromiso, la complicidad y la cooperación para llevar a cabo un reto tan colosal, la acción artística más grande de carácter político que se ha proyectado nunca en Europa.

En su discurso, ha defendido los vínculos históricos que unen Catalunya y el País Vasco, recordando los exilios de Companys, Aguirre y Puigdemont. Así mismo, ha añadido que la vía era la demostración de este hermanamiento, fortalecido por el apoyo mallorquín. También ha querido destacar que la Vía Pirenaica era un gran grito silencioso, un clamor en la comunidad internacional por una causa justa a favor de la paz y la autodeterminación de los pueblos. “Una protesta contra las fronteras impuestas por la violencia y la opresión de los estados.”

Amalur Álvarez, la presidenta de Gure Esku, por su parte ha reivindicado que cuando hay una mayoría social que quiere decidir su estatus político, que quiere conformar un estado independiente, la mejor opción es el ejercicio del derecho de autodeterminación, y ha insistido que las fronteras se decidan democráticamente, con votos, y no con imposiciones, violencia o guerras: “Para Euskal Herria y Catalunya, el Pirineo no es una frontera, sino un punto de encuentro entre los pueblos vasco y catalán.” Dídac Amat, de Òmnium Cultural, ha remarcado la voluntad de continuar trabajando juntos para construir una Europa de los pueblos, en que el Estado español no tenga más alternativa que respetar el derecho de autodeterminación.

Por parte del País Valencià ya se está planteando colaborar en la próxima edición, y aunque lejos de los Pirineos, iluminar en próximas ediciones, como montañas hermanas y reivindicativas de sus derechos, la sierra Aitana de Alacant, la Penyagolosa castellonense, y todos los picos altos del País Valencià.

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