Lo que vale la vida en España

Vaya por delante que toda violación me resulta repugnante, y, aunque sea el caso de su pareja, tanto la mujer como el hombre, si no le apetece el acto sexual, no creo estén obligados a realizarlo, por lo tanto la obligación y violación es un abuso condenable. Pero ¿cómo medir de manera tan diferente la muerte de una persona aunque no sea de manera consciente el matador? Observemos que el diario comenta que hubo un intento, o sea, que la violación no se consumó, y ¿cinco años de presidio es la condena? Pero la muerte del ciclista sí tuvo lugar, y quién sabe los problemas que esa muerte ocasionó para sus familiares, por ejemplo esposa e hijos si los tuviere, pero para la muerte de un ser humano, aunque sea bajo los efectos de las drogas, cosa que debiera ser agravante y nunca atenuante ¿dos años y medio?

Claro que en un país dónde se ensalza la muerte ¡Viva la muerte dijo un descerebrado! o ser los Novios de la Muerte como cantan los legionarios, no es de extrañar esas dos noticias y la diferencia de cárcel para quien intenta, aunque no lo consiga, un repugnante acto de violación, ante el que mata de manera involuntaria si se quiere, pero con drogas en su cuerpo suficientes para perder todo control…

Que España es diferente no hacía falta que lo acuñara un fascista; ya sabemos que desde hace siglos lo es, y no se aviene a ser como las demás naciones de su entorno por parte de los poderes. Y luego, los hay que se quejan que otros indiquen que Europa termina por el sur en los Pirineos, o que de ahí hacia abajo comience África. Con estas noticias ¿se puede pensar de otra manera?

.